Jorge Lorenzo, con sus dos puños en alto, festeja la consecución del título mundial ayer en Cheste. Foto: M.A.C.
30/10/06 0:00
Fernando Fernández (Valencia)
Tenía que ser un gran día. Brillaba el sol en Cheste, 129.446 personas eran testigos directos de un Gran Premio de la Comunitat Valenciana que pasaría a los anales del motociclismo y Jorge Lorenzo llegaba dispuesto a inscribir su nombre en la historia. Trece puntos y un Andrea Dovizioso correoso hasta los extremos eran los dos grandes obstáculos que debía sortear el piloto del Fortuna Lotus, que hizo valer la potencia su Aprilia en una fase de la carrera para deshacerse del transalpino y sentenciar un título que era suyo desde Jerez.
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