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Carlos Montes de Oca/Efe
No pudo ser. La historia le había reservado un hueco entre los elegidos, pero Llorenç Serra Ferrer se quedó a las puertas de su mayor éxito a nivel internacional. Un gol, un solo gol, apartó al entrenador mallorquín de la gloria. A los mandos del AEK Atenas, epobler sufrió un duro mazazo. Su empate en Bruselas ante el Anderlencht (2-2) y el triunfo del Lille en San Siro (0-2) le apartaron de la segunda plaza y, por lo tanto, de los octavos de final de la máxima competición continental.

La relajación del Milán, ya clasificado como primero de grupo, perjudicó al conjunto griego, que reaccionó con los goles de Lakis y Cirillo en el último cuarto de hora, pero no pudo lograr la proeza. La clasificación pasaba por calcar el resultado del Lille, que aprovechó la desidia milanista.

El pase para la Copa de la UEFA como tercero de grupo es un premio menor para Serra Ferrer, que soñaba con acceder a los octavos de final por primera vez en su dilatada trayectoria. Al igual que le sucediera con el Barcelona (2000-01) y el Betis (05-06), Serra no pudo superar la primera fase de la Liga de Campeones.