TW
0

Efe|ESTAMBUL
El italiano Andrea Dovizioso (Honda) rompió la racha triunfal con la que había iniciado el Mundial 2007 el campeón del mundo español Jorge Lorenzo (Aprilia), ganador en Qatar y Jerez, al imponerse en el Gran Premio de Turquía de 250 centímetros cúbicos que se disputó en el circuito de Estambul en la mañana de ayer.

Como ya sucediese en Jerez hace casi un mes, los protagonistas de la carrera del cuarto de litro fueron los mismos, el transalpino de Forli, Dovizioso, el mallorquín Lorenzo, el también español Àlvaro Bautista (Aprilia), cada vez más adaptado a su nueva cilindrada, y el sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia), junto a los que estuvo en un principio el suizo Thomas Luthi (Aprilia), si bien éste fue el primero en perder comba del grupo de cabeza. Ellos fueron los que marcaron el ritmo más intenso a lo largo de las primeras vueltas, aunque Dovizioso se puso enseguida por delante, siendo Bautista el único capaz de hacer sombra al vigente subcampeón mundial.

Sólo se hizo notar una ausencia importante, la del español Héctor Barberá (Aprilia), que tuvo muchos problemas en entrenamientos y acabó clasificado décimo y luego, al principio de la carrera, una mala salida le relegó a la vigésima plaza en las vueltas iniciales, un lastre que arrastró durante toda la prueba y que le llevó a quedarse un poco más lejos de las posiciones de cabeza.

El campeón del mundo hizo una carrera planificada con una estrategia inicial muy contemporizadora, para ver cómo se empleaban sus rivales y de salida fue Andrea Dovizioso el que salió como un auténtico misil para intentar abrir un hueco, que logró inicialmente, pero a partir de la segunda vuelta fue Alvaro Bautista el que se encargó de neutralizar la ventaja adquirida por el ex campeón del mundo de 125 centímetros cúbicos. El miedo inicial de Lorenzo, que en 2006 fue derribado en la primera curva por Shuhei Aoyama, se hizo notar y se camufló entre un numeroso grupo que tras dos giros quedó del todo definido, con la primera selección natural de aspirantes a la victoria.

Desde ese momento, a pesar del efecto tirachinas que se produjo en algunos instantes, por los errores de unos o los adelantamientos de otros, lo cierto es que en la última vuelta se acabaron situando los tres grandes protagonistas del gran premio turco.

Antes de esos momentos se produjeron una serie de hechos relevantes, como la penalización al español Aleix Espargaró (Aprilia), que sin hacer unos grandes entrenamientos, en los que acabó decimoquinto, sí protagonizó una gran salida, aunque se anticipó a la misma y eso le hizo sufrir una sanción que le obligó a entrar en la línea de «pit lane», quedando descartado para cualquier posición notable.

Espargaró era en esos momentos octavo en la carrera, por delante de Héctor Barberá y de no pocos pilotos de renombre, pero al tener que atravesar la línea de boxes a menos de 60 kilómetros por hora para cumplir con su penalización, sus aspiraciones de lograr un gran resultado se alejaron definitivamente, aunque la undécima plaza final no la puede considerar, dadas las circunstancias como un mal resultado.