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BRUESA GBC 78
VIVEMENORCA 82

BRUESA GBC (12+26+24+16): Smith (6), Urtasun (8), Fajardo (7), Doblas (8), Ordín (2) -cinco inicial-, Uriz (3), Martínez (0), Pavlidis (10), Bradley (17) y Mulaomerovic (17).

VIVEMENORCA (20+21+22+19): Yáñez (21), Moss (5), Vasiljevic (8), Shirley (10), Stojic (13) -cinco inicial-, Alzamora (0), Ivanov (4), Rodríguez (3), Llorens (0), Farabello (3) y Bazdaric (15).

Àrbitros: Arteaga, Redondo y Soto. Sin descalificados

Incidencias: 7.500 espectadores en Illumbe. Esteban Martínez tuvo que ser evacuado a un Hospital por una pérdida del conocimiento.

Lluís Orfila| SAN SEBASTIÀN

Triunfo esperanzador del ViveMenorca el obtenido ayer ante Bruesa en San Sebastián, que no sólo sirve para revitalizar las opciones de salvación, si no también para sepultar las remotas posibilidades que aún pretendía apurar el equipo inquilino de la privilegiada ciudad donostiarra. Victoria hermosa, por el valor de la misma, en una tierra hermosa, como no podía ser de otro modo, para un equipo acostumbrado a jugar al límite en todos los sentidos, y que ayer volvió a demostrar su capacidad de sufrimiento.

Si bien el grupo de Casas mostró algunas carencias, como su pobre bagaje ofensivo en la pintura, el excelente porcentaje mostrado en los triples y su mejor lectura del juego en los momentos comprometidos, fueron argumentos suficientes para alcanzar el objetivo primordial; ganar. Desde los primeros instantes el conjunto menorquín acertó a distanciarse en el luminoso. Con Stojic doblando a Shirley, éste salía hasta los 6'25, y sus aciertos, junto a los de Yáñez, situaban el marcador en 9-17.

La buena defensa y el dominio en el rebote eran igualmente importantes, y Porfirio Fisac atisbó la necesidad de parar el partido. El tiempo fue en vano, pues nuevamente Yáñez engordaba la diferencia (10-20), reducida sólo por el acierto individual de Devin Smith (12-20, final del primer cuarto). La presión podía con los donostiarras, sus ayudas defensivas eran casi siempre tardías, lo que explicaba que, nada más iniciado el segundo acto, el Menorca alcanzara su máxima renta, once puntos, gracias, como no, al acierto exterior (15-26).