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Fernando Fernández Es un clamor y el Govern ya ha tomado nota. La lejanía entre las gradas y la pista central del Palma Arena supone un hándicap añadido para sus tres inquilinos accidentales (Aqua Mágica, Drac e Ícaro Palma), quienes lamentan la frialdad del ambiente del pabellón multiusos en los días de partido. Para poner fin a ese problema, y ante las quejas hechas públicas por clubes y aficionados, el Govern estudia la posibilidad de instalar gradas supletorias más próximas a la cancha, con el fin de paliar la amplitud de espacio generada por la presencia intermedia del velódromo, que agranda la separación entre pista y tribunas. El elevado coste de la medida se convierte en uno de los principales obstáculos, aunque la más que seria probabilidad de que el Arena se convierta durante los próximos meses, e incluso años, en cuartel general de los equipos de Ciutat, invitan a ponerla en marcha, aunque de momento, la Conselleria d'Esports tiene la intención de meditar una opción que supondría un cambio radical en la fisonomía del pabellón y, a la vez, podría condicionar la posibilidad de realizar pruebas ciclistas, ya que se podría impedir la visión de algunos de los tramos de la pista de ciclismo.

Protección
La posibilidad de instalar gradas supletorias cerca de la cancha central es un proyecto en fase embrionaria y que debe sopesarse de manera profunda, pero otra de las modificaciones que se quiere poner en marcha es la instalación de una red protectora alrededor de la pista central como medida añadida de seguridad para compatibilizar entrenamientos de baloncesto o voleibol y de ciclismo en pista.