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Fernando Fernández

El Palma Arena sigue destapándose como una interminable fuente de sorpresas. Su coste final ha sido, es y será una incógnita que jamás se resolverá a ciencia cierta, pero el recinto llamado a ser la referencia del deporte mallorquín va camino de batir todos los récords. Tanto, que las últimas estimaciones realizadas por parte del Govern a través de una auditoría dibujan ya una cantidad de seis cifras para explicar un sobrecoste que supera con creces lo permitido por la ley (20%). Y es que, del presupuesto inicial de 46'4 millones de euros, sobre el papel ya se han sobrepasado los cien millones y todavía faltan partidas por concretarse. Las primeras deudas aparecen con los movimientos de tierras y el plan inicial del párking. De los cerca de cinco millones y medio presupuestados, todavía faltan por abonar a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) 2.035.000 euros.

La adjudicación de la obra gruesa (a la UTE entre FCC y Melchor Mascaró), que comprende el velódromo y pabellón multiusos, se hizo por un importe de 47'7 millones, aunque finalmente, la constructora presentó facturas por un importe de 47'6, de los que se abonaron 39.687.000, generando una nueva deuda de 7.976.000 euros. Además, la UTE realizó una serie de obras para entregar el recinto que albergó el Mundial de ciclismo en pista el pasado mes de marzo, por un montante de 38 millones de euros, que todavía deben hacerse efectivos. Con ello, el Consorcio que gestionó la construcción del Palma Arena (formado por Govern, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma), acumulaba una deuda total hacia la UTE de 49 millones de euros, a los que se deben añadir los tres millones que restan por abonar del marcador, contratado sin seguro ni mantenimiento. Estas cantidades hacen que el coste se acerque peligrosamente hasta los 94 millones de euros. Unos guarismos de vértigo, pero que pueden dispararse más si se tiene en cuenta que los 46'4 millones iniciales están sujetos a un préstamo solicitado por el Consorcio en mayo de 2006, avalado por el Govern, y traspasado a Illesport bajo la autorización del por entonces president y rostro visible del patronato de la Fundació, Jaume Matas. El crédito, que expira en 2026, genera unos intereses que llegan a los 29.880.067'36 euros. A él se unen los 14 millones solicitados (intereses incluídos) por Cort para adelantar la subvención del Consejo Superior de Deportes. La obtención del final de obra, la liquidación de gastos y las minutas de los arquitectos encargados de la dirección técnica de la obra, cargadas al préstamo inicial, se unen a la lista de deudas, aunque el capital abonado es de unos 44 millones, restando el cobro por parte de FCC y Melchor Mascaró de un montante superior al ya cubierto.