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Ambos representan la mejor cosecha de porteros que ha dado el fútbol balear en toda su historia. Uno agota sus últimos días vestidos de corto, mientras el otro divisa un horizonte espléndido con los grandes llamando a su puerta. Son Antoni Prats Servera (Capdepera, 1971) y Miquel Angel Moyà Rumbo (Binissalem, 1984) dos guardametas que afrontan caminos opuestos.

Después de una carrera cargada de partidos -más de 500 oficiales-, aderezada con una convocatoria con la selección nacional absoluta -con Javier Clemente, en Chipre, no llegó a debutar- y una Copa del Rey con el Betis, Prats cuelga los guantes. El portero mallorquín (ver página 47) ha decidido poner el punto y final a una trayectoria de ¡17 años!. Una hernia discal precipita su adiós del Hércules y del fútbol profesional.

Moyà, en cambio, ya ha dejado de ser una promesa para convertirse en uno de los arqueros con más futuro del fútbol español. En el escaparate mediático desde la adolescencia -entrenó con el primer equipo con apenas 15 años- su nombre figura ya en la agenda de algunos de los clubes más grandes de la Liga.

La noche del 16 de enero marcó un punto de inflexión en la carrera de Moyà. Su actuación en el Santiago Bernabéu le sirvió para darse a conocer a nivel mundial. Sus paradas dieron la vuelta al mundo y le empujaron hasta las agendas más cotizadas. IB3 Televisión apuntó ayer el interés del Atlético de Madrid en hacerse con sus servicios. Con Leo Franco más cerca de la retirada que de la madurez y Abbiati con fecha de caducidad -está cedido-, los gestores del Calderón han subrayado en rojo el nombre del portero del Real Mallorca.