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Fernando Fernández El periplo de Toni Manresa (Team Isuzu Europe-Illes Balears llegó a su fin en el kilómetro 24 de la especial que abría el Central Europe Rally, la prueba creada como contraprestación por la anulación del Lisboa-Dakar el pasado mes de enero. El vehículo conducido por el de Calonge, con Ferran Marco como copiloto, se salió de la pista en una curva de noventa grados y volcó, dando vuelta y media de campana. Pese a ello, Manresa y Marco salieron por su propio pie del coche, y el mallorquín nunca perdió la sensibilidad en sus miembros. Unos fuertes dolores en la espalda aquejaban a Manresa, por lo que la organización, para evitar posibles consecuencias de mayor gravedad, optó por trasladar al balear en helicóptero hasta Budapest, escenario de la salida del Central Europe Rally. Allí, fue ingresado en un centro hospitalario, en el que se le realizaron diferentes pruebas, entre ellas un TAC, que acabaron por certificar que Manresa no sufría ninguna lesión de gravedad ni fracturas. Como medida de precaución, el piloto quedó ingresado en observación por espacio mínimo de 24 horas, aunque se espera que pueda regresar lo antes posible a Mallorca para proseguir con la recuperación de los golpes que le dejó el percance sufrido. En la tarde de ayer, Manresa permanecía sedado y en compañía de Ferran Marco.

En lo puramente deportivo, los españoles Carlos Sainz (Volkswagen), en coches, y Marc Coma (KTM), en motos, son los primeros líderes del rally Centroeuropeo, tras ganar la primera etapa, disputada entre Budapest y la ciudad rumana Baia Mare, de 531 kilómetros de recorrido total, 63 de ellos contrarreloj.