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Guillermo Ortego El Cop Crespí inicia hoy en Santiago de Compostela frente al Caja Rural Verona (10:00 horas, Pabellón Municipal Santa Isabel) el sexto asalto de forma consecutiva hacia la Liga Femenina, con la esperanza, esta vez sí, de hacer buenos los pronósticos que dan al conjunto mallorquín como máximo favorito al ascenso.

Encuadrado en el Grupo 2, junto a Caja Rural Verona, USP MMT Estudiantes y Femení Sant Adrià, el primer escollo que deberán salvar las de la Vall en su camino hacia la máxima categoría será el conjunto zamorano, el mismo que la temporada pasada truncó las opciones de ascenso. El siguiente rival serán las madrileñas para finalizar la liguilla frente al conjunto catalán (los tres partidos a las 10:00 horas). En caso de clasificarse en una de las dos primeras posiciones, se cruzarán en semifinales con el primero o segundo del Grupo 1, que componen el Pío XII, club anfitrión, Don Piso Girona, Garbaprom Bembibre y Viaonetti Vinarós. En caso de superar la penúltima ronda, con el ascenso en el bolsillo, disputarían la final. Por lo tanto, cuatro partidos separan al COP Crespí de conseguir el objetivo marcado por la directiva a principio de temporada una vez más, el ascenso, que se les ha escapado en cinco ocasiones.

Para lograrlo, la directiva, con Jorge Méndez a la cabeza por segunda temporada consecutiva, ha confeccionado uno de los mejores planteles de la historia del club, sino el mejor, donde destaca el grupo por encima de las individualidades.

El primer envite, frente al conjunto castellano, no trae buenos recuerdos y viene marcado por el ánimo de revancha en la expedición balear. «Todos tenemos en la retina el partido de Zamora del año pasado», afirma Méndez, que tiene disponible a toda la plantilla, mientras que en el rival las principales amenazas son Lidia Gesteira, Ildiko Szöke y Erika Valek desde el perímetro y Aitana Cuevas en la pintura.

Para el técnico del conjunto solleric el sistema de competición no es el más adecuado ya que no tiene en cuenta los registros hechos por los campeones de la liga regular y no premia por igual los méritos de unos y de otros. «El formato de competición es injusto porque el campeón regular debería salir ganando». A pesar de ello, Méndez elude victimismos y al mismo tiempo recuerda que «la fase regular tiene que servir para algo. El año pasado subieron a Liga Femenina los dos campeones de la fase regular».