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Tolo Jaume

Los números rojos de la Conselleria d'Esports dibujan un negro horizonte para el deporte balear. «Nos estamos jugando el deporte, los clubes, las federaciones, abrir los albergues, que los jóvenes hagan el interrail y que la Conselleria funcione», dijo ayer Mateu Cañellas en los pasillos del Parlament, donde la deuda y los problemas financieros de su departamento centraron la atención.

No obstante, la preocupación de los gestores institucionales también se traslada a los responsables de los clubes del archipiélago, que se apresuran en cerrar el presente ejercicio al mismo tiempo que encaran la fase de planificación de la próxima temporada. La recesión económica con la consiguiente pérdida de patrocinadores unida a las alarmantes cifras de la Conselleria ponen en peligro la planificación de la próxima temporada. Esports ya ha adelantado cambios en los baremos utilizados para repartir las subvenciones de Illesport, pero el problema reside en conocer si realmente la fundación y la propia Conselleria dispondrán del dinero suficiente para hacer frente a las ayudas.

La delicada situación que admite el propio conseller d'Esports ya ha sido trasladada a varios clubes de las islas con la consiguiente preocupación para sus directivos. Muchos clubes y sus objetivos de la próxima campaña están supeditados a la aportación institucional, que, por ahora, no invita al optimismo.

Las soluciones: reducir el gasto y aumentar el presupuesto. Cañellas, que argumenta que la situación heredada proviene de la gestión realizada por el Ejecutivo del Partido Popular en la anterior legislatura, ya adelantó ayer que «probablemente se hagan las dos cosas». Por ahora, la supresión de los regalos, el merchandising y la reducción a un solo servicio la limpieza y la vigilancia en el Palma Arena han sido las primeras medidas adoptadas.

El departamento que dirige Mateu Cañellas acumula diez meses apretándose el cinturón ante una caja vacía. «Estamos adelantando pagos que salen día a día, con cargo a los presupuestos, de forma que a final de año no tendremos fondo presupuestario», explicó ayer el conseller. Y es que la deuda, que según el propio Mateu Cañellas ronda los 25 millones de euros, ha propiciado que Esports i Joventut haya remitido un informe a la Conselleria d'Economia, Hisenda i Innovació por el que se pretende calcular el dinero adicional para el presupuesto de 2008 y dar con las grietas por las que se han podido «escapar» los miles de euros que han dañado las arcas.

El déficit presupuestario ha sido estimado sobre los 15 millones de euros, una cantidad preocupante teniendo en cuenta que el presupuesto de 2008 es de 26. «Sólo en gastos de personal ya hay un desfase de casi 800.000 euros que va agravando mensualmente la deuda de la Conselleria», argumenta el conseller Mateu Cañellas, que también explicó que el informe que consta de un total de 35 páginas incluye tres partidas distintas de deuda, impagos y déficit pero que, por el momento no ha sido remitido a la Fiscalía.

Cabe destacar que semanas atrás la portavoz del Govern, Margarita Nájera, aseguró que la institución trabaja para descifrar el «agujero real» de las cuentas de Turisme Jove y acusó al anterior Govern del Partido Popular de «una gestión absolutamente negligente» y una «falta de competencia total». También aseveró que el consorcio atraviesa una situación de «déficit estructural» que ha sido «encubierta a lo largo de estos años», hasta que finalmente fue detectada por el equipo de Mateu Cañellas.