La lluvia frena el Gran Premi

A partir de las 15 horas, cuando el público comenzaba a llegar en masa al hipódromo palmesano, un chaparrón de dimensiones importantes empezó a caer sobre las instalaciones de la carretera de Sóller.

En principio se retrasaron unos minutos las operaciones de inicio de la primera carrera del programa. Más adelante se planteó la suspensión de la mayor parte del programa de diez pruebas con el Gran Premi Nacional como único evento a disputar.

Posteriormente se reunieron los responsables federativos y del hipódromo junto a conductores y entrenadores de los caballos inscruitos en la clásica del trote.

Esta asamblea improvisada acordó a las 16.45 horas el aplazamiento de una semana de la reunión prevista para la tarde de ayer y se planteó disputarse el mismo programa con el mismo horario, el mismo orden y los mismos participantes de las diez carreras.

A las 17.15 el presidente del Institut de l'Esport Hípic de Mallorca, Antoni Nadal, y el presidente de la Federació Balear de Trot, Andreu Artigues, hicieron pública la decisión a los medios de comunicación en una breve rudea de prensa.

Nadal dijo que la decisión no era fácil pero que era una decisión que debía tomarse para garantizar que el Gran Premi Nacional se disputara en las condiciones que se merece y poder garantizar el espéctaculo tanto para los conductores como para los aficionados al trote.

Artigues reiteró que sólo se trata de un aplazamiento de una semana con las disputa de las carreras con las mismas condiciones que las que debían celebrarse ayer.

Esta decisión de tomó después se tener en cuenta muchos factores en contra, uno de ellos es la gran cantidad de aficionados y de caballos desplazados desde Menorca y Eivissa para vivir en directo este gran acontecimiento. El aplazamiento obligará a muchos caballistas de las otras dos islas a mantener en Mallorca a sus equinos o a volver a su lugar de origen y regresar el próximo fin de semana.

Además son muchos los aficionados que se desplazan el próximo fin de semana a Suecia para presenciar la gran fiesta europea del trote, la Elitlopp.
No es la primera vez que el Gran Premi Nacional debe aplazarse unas semanas, pero sí la primera que se pospone por causas climatológicas. En 1984 la clásica se aplazó un mes y medio y se celebro el 1 de julio.

Hace sólo cinco años la rinoneumonitis afecto a la mayor parte de inscritos en el Gran Premi, además de anular la Diada se anularon las competiciones durante un mes y medio. Tras este parón el 15 de junio se decidieron las clasificatorias del Gran Premi y el domingo siguiente se disputó con normalidad la Diada.