El yate negro a la izquierda es la que arrolló al joven mientras pescaba. | Guillermo Esteban

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La tragedia marítima ocurrida durante la noche del viernes en Cala Bona ha provocado una absoluta conmoción en el municipio de Son Servera, un sentimiento que crece a medida que van trascendiendo más detalles del fatal incidente, que se produjo sobre las nueve y veinte de la noche, muy cerca del puerto.

La embarcación que se dio a la fuga tras el atropello mortal ya ha sido localizada e identificada por los agentes de la Guardia Civil, aunque continúan las diligencias pertinentes para oficializar la detención. La barca huida se encuentra varada en Portocristo.

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Según fuentes cercanas a la investigación, el yate que arrolló al pequeño bote pasó por encima del motor hasta arrancarlo, causando heridas letales a uno de los ocupantes, un joven de tan sólo 20 años de edad que estaba acompañado por su tío y otro familiar menor, de 13 años de edad. La víctima mortal estaba sentada junto al motor y recibió directamente el impacto, mientras que sus dos acompañantes resultaron ilesos, aunque requirieron la atención de los psicólogos de Emergencia tras presenciar la tragedia.

Otro de los detalles importantes que se han derivado de la investigación es que el pequeño bote sí llevaba la luz reglamentaria y sus ocupantes fueron auxiliados por otras barcas que se encontraban en la zona. Los tres ocupantes pescaban en una pequeña embarcación de 3,35 metros de eslora.

Dos patrullas de la Policía Local de Son Servera, la que estaba en el turno de la tarde y la de la noche, acudieron al lugar junto con agentes de la Guardia Civil para entrevistarse con los amigos del fallecido, que relataron cómo se habían producido los hechos. Tras las pesquisas, la Benemérita ya ha logrado localizar a la barca que se dio a la fuga, aunque la investigación sobre lo ocurrido continua abierta.