Rudy Fernández (derecha), junto a Ricky Rubio, tras recibir sobre el podio la medalla de plata. Foto: JESÚS DIGES
La gloria olímpica volvió a dar la espalda a España. Si hace 24 años Estados Unidos arrasaba el parqué a los hombres por entonces dirigidos por Antonio Díaz Miguel, en esta ocasión, el denominado 'Equipo de la Redención' volvió a conseguir su objetivo. Sí, pero tuvo que sudar la camiseta, soportar al único equipo capaz de plantarles cara, de hacerles temblar las piernas y llevarles a aplicarse en defensa, tirar de la clase de Wade y Bryant, y de paso, de la ayuda de los árbitros, que con una actuación delirante por fases permitieron a los de Krzyzewski colgarse el oro que debía haber sido de España (107-118), que iguala su mejor clasificación olímpica (plata en Los Àngeles 84) y completa en Pekín un bienio mágico.
Todo, en un partido para los anales, para no olvidar, en el que la ausencia de Calderón pasó factura, pese a que Navarro y Rudy cumplieron con nota cuando tuvieron que avituallar a Ricky, el medallista más joven de la historia (17 años y 308 días). Fue la despedida de una generación única. Si Pau Gasol aplaza su periplo en la selección y Jiménez dice adiós, Aíto sigue el mismo camino. Muchas caras nuevas para Polonia 2009, la siguiente escala de un grupo que tuvo ayer en el mallorquín Rudy Fernández a su héroe. Aíto le dosificó, pero cuando estuvo en pista, hizo de base, anotó triples vitales, secó al mismísimo Kobe Bryant y se marcó un mate con su sello inconfundible ante Wade. Ni más ni menos. Una advertencia de que la NBA puede esperar mucho de él. Pero al final, de poco sirvieron los 22 puntos del escolta formado en Sant Josep, que acabó eliminado, víctima del trío arbitral, de la tensión del choque y de un partido que se escapó cuando más cerca estaba.
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