Sin embargo el trío español de favoritos no sufrieron ninguna masacre de tiempo a consecuencia de la caída que se produjo a 3'1 kilómetros de meta (el reglamento marca el mismo tiempo a todos los corredores si el accidente se produce en los últimos 3.000 metros).
No fue el caso del italiano Damiano Cunego, que se dejó 2.16 y sobre todo del alemán Andreas Kloden, el compañero de Contador y uno de los nombres ilustres, que perdió 4.12. Los jueces fueron implacables en la aplicación del reglamento.
Bennati, de 27 años, uno de los esprinters que tienen en su palmarés victorias en las tres grandes, se anotó el quinto triunfo en la Vuelta por delante del belga Tom Boonen y del español Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel), una vez más en la lucha, pero con pena «por haber vuelto a disparar al palo».
Un esprint entre apenas una docena de corredores. Dos caídas en los últimos kilómetros dispersó al grupo. Se fueron al suelo unos cuentos corredores, entre ellos Pedro Horrillo, y quedaron cortados entre otros Carlos Sastre «con un arañazo sin importancia en un costado», Valverde y Contador, quien se golpeó la rodilla contra Leipheimer para evitar irse al asfalto. No se libró el italiano Damiano Cunego, en un año aciago de accidentes, como el que le obligó a retirarse en el Tour con la cara partida.
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