«Rudy juega duro, con pasión y es el tipo de jugador que llega a la NBA y es apreciado por lo que hace sobre la cancha», señaló McMillan, que admitió estar «encantado» con la llegada del español a Portland, y se mostró «convencido» de que el nuevo '5' de Portland emocionará a los seguidores del Rose Garden con sus acciones.
«Jugó muy bien, ya sabía que era un jugador atlético, que corría bien la cancha y al que le gusta machacar el aro, pero viéndole en directo destacaría sobre todo su capacidad para jugar cada posesión con intensidad tanto en defensa como en ataque», valoró.
Y es que es precisamente la constante actividad de Rudy, con y sin balón, la que terminó por encandilar al 'head coach' de los Blazers. «Trabaja en defensa, es muy atlético, y en ataque siempre está buscando la oportunidad para generar algo», expresó un McMillan que dijo que hay «muy pocos jugadores» capaces de rendir a ese nivel en ambos lados de la cancha en cada momento.
Pese a las enormes condiciones del escolta balear, McMillan no quiso desatar la euforia con respecto a su adaptación a una competición nueva. «Necesitará adaptarse, no va a llegar aquí y ser dominante, pero me gusta su potencial, él puede aportar de muchas formas diferentes», analizó el que será su nuevo técnico desde la próxima campaña.
No obstante, el entrenador de los Blazers admitió que el escolta español le impactó en Pekín. «Cuando acabó la final, subí a mi habitación del hotel y apenas pude dormir porque me sentía emocionado por el hecho de que fuéramos a tener a Rudy en el equipo», indicó.
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