El gol de Santi Cazorla a los 27 minutos lo cambió todo. El Villarreal se creció con el tanto y dos minutos después, el mexicano Guille Franco probó fortuna desde fuera del área, con buena respuesta de Aranzubia y, poco después, un centro de Javi Venta y el posterior lanzamiento de Marcos Senna pusieron en apuros a los deportivistas. El Villarreal era el dueño y señor del campo y el balón, hasta el punto de que los de Manuel Pellegrini ofrecieron, con diferencia, los mejores instantes de fútbol desde que empezó la pretemporada. El Depor se vio desbordado por la avalancha de juego local, aunque su superioridad no tuvo el premio del gol.
Precisamente, por no haber sentenciado el partido con un segundo gol motivó que el Villarreal pasase por algunos apuros en los minutos finales del choque, puesto que el Deportivo merodeó la meta de Diego López como al principio del partido.
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