El nuevo Bàsquet Mallorca se levanta. El único representante balear en la LEB Oro, surgido hace sólo unos meses tras la fusión de Inca y Muro, echará a andar esta noche frente al Melilla de Paco Olmos y cortará la cinta de esta nueva edición del torneo. Los de Xavi Sastre intentarán rentabilizar su primer compromiso oficial con una victoria que les ayude a mirar al horizonte con cierto optimismo (Palau d'Esports d'Inca, 21.00 horas).
La juventud del proyecto isleño no admite todavía demasiadas ambiciones. El objetivo principal se encuentra en la permanencia y hasta que no esté amarrada será imposible pensar en cualquier otra cosa. Y eso pasa, sobre todo, por blindar los partidos en casa. La igualdad en la categoría vuelve a ser absoluta y conviene no descuidarse.
El reto más próximo del Bàsquet Mallorca es maniatar al Melilla para coger impulso. Los insulares manejan argumentos de sobra para conseguirlo. Su último bolo veraniego, el de la semana pasada ante el Real Madrid, ya sacó a la luz las mejores intenciones del equipo, ahora se trata de recuperarlas. Y aunque el estío no ha sido demasiado generoso en los números, sí que ha aireado una buena predisposición sobre la pista. En cualquier caso, eso no servirá de nada si no tiene continuidad en los primeros choques reales que le ha preparado el calendario.
Xavi Sastre tiene a todos sus hombres listos para el combate. El único que ha presentado problemas durante la semana es Joan Riera (se ha perdido un par de sesiones por unas molestias), pero salvo imprevistos de última hora llegará a tiempo de coger el volante del equipo ante el imprevisible quinteto norteafricano. Ante eso, se espera una buena respuesta colectiva y que el rendimiento de último en llegar, Jason Keep, comience a dispararse.
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