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Fernando Fernández

El próximo sábado, 4 de octubre, se cumplirá un año desde el cierre de Son Moix. El temporal que asoló Mallorca y se cebó con Ciutat puso su punto de mira en el Palau d'Esports de Son Moix, que 365 días después empieza a mostrar las bases de su ambicioso proyecto de rehabilitación. La cubierta será el primer punto en el que se incidirá dentro de un plan de reforma integral que permitirá ampliar el aforo del recinto, resideñar la piscina y devolver a su pista central el rango que poseía a escala nacional.

Tras varios estudios, se confirmó que la estructura del pabellón no sufría daños, aunque sí el entramado que sostenía la cubierta de amianto y uralita que ya se ha retirado, afectada por problemas de ubicación desde su instalación, hace ya más de tres décadas. Por ello, se optó por ubicar una cubierta de madera, más económica y resistente, que articula el proyecto de reforma en el que el Institut Municipal de l'Esport (IME) del Ajuntament de Palma está trabajando a lo largo de los últimos meses, y que fue presentado en sociedad el pasado mes de julio por el regidor de Esports, Baldomero Oliver, y el teniente de Alcalde del área, Miquel Nadal.

Los trabajos para desmontar la estructura metálica de la cubierta se han acelerado estos días, para lo que se ha procedido a instalar un complejo sistema de andamiaje en el interior del recinto. El proceso se desarrollará por porciones, al complicarse por tratarse de una red tridimensional. Ese mismo andamiaje se aprovechará para instalar la nueva cubierta de madera, cuyas primeras piezas se espera que lleguen a la Isla el 15 de noviembre. Así, a finales de ese mes e inicios de diciembre se iniciaría la colocación de las vigas para cubrir de nuevo un recinto ahora al aire libre, intentando combinar la retirada de la anterior estructura con la instalación de la nueva cubierta. Una vez que se finalice, se procederá a acelerar los trabajos en el interior de Son Moix, tanto en la cancha de parqué, como en la piscina, los vestuarios y el resto del recinto. La empresa Construcciones Ligeras será la encargada de desarrollar esas misiones, a la espera de concretar el capítulo de la citada piscina, en el Palau d'Esports. La reforma de ese elemento está pendiente de la adjudicación del proyecto, a través de concurso, y se espera que en 2010 pueda estar operativa, mientras que el pabellón polideportivo podría funcionar a pleno rendimiento a inicios de 2009, poco más de un año después de su cierre.

El regidor de Esports de Cort, Baldomero Oliver, destacó «la dificultad del proceso de apuntalamiento y andamiaje» y la intención de «poder tener en marcha el pabellón este invierno. Es un reto para nosotros y una obligación de cara a los usuarios y a los ciudadanos de Palma, que podrán disponer de una instalación mejorada y a la altura de las exigencias de seguridad», comentó el edil de Ciutat.

Además de ampliarse la capacidad del pabellón a más de 5.000 localidades, la piscina será nueva, de 50 metros, y se habilitarán nuevos espacios de luz y vestuarios. La reducción de la altura de la cubierta hará que la plataforma de saltos (una de las pocas indoor de España) pueda pasar a ser de cinco metros, dados los problemas de oxidación de la actual. Por ello, se intentará climatizar el agua de las piscinas de exteriores de Son Hugo para la práctica de saltos, waterpolo y natación sincronizada en invierno.

El coste de la cubierta del pabellón rondaría los 3'5 millones de euros, y en la parte exterior de la misma se instalaría un sistema de placas solares, cuya energía sobrante podría venderse, reflejando así la apuesta a escala ecológica dentro de un recinto de vanguardia.