Vicenç Grande y Paul Davidson, en una imagen captada en una reciente reunión en el estadio de Son Moix. Foto: TERESA AYUGA

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M. Alzamora/C. Montes de Oca Vicenç Grande y Paul Davidson suscribieron ayer el contrato privado de compraventa del Real Mallorca. De esta forma el empresario inglés se hace con el 91'24 por cien del paquete accionarial del club y será nuevo propietario de la entidad balear siempre y cuando el juez Víctor Fernández, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1, que gestiona el procedimiento concursal de la empresa Drac, dé su autorización a la operación. Se prevé que el magistrado emite un informe favorable la próxima semana, aunque dispone de plazo hasta el día 15.

Davidson abonará a Grande 38 millones de euros, aunque se ha especificado en el anexo del contrato la situación surgida con el Banco de Valencia por el 'caso Pisculichi'. La consigna que seguirán ambas partes es la de hacer frente común contra la entidad bancaria ya que desde el Mallorca se niega que la deuda ascienda a 3'5 millones de euros y la cantidad no supera los 800.000, cifra que está reflejada en el concurso de acreedores de Drac, en la que está implicada Binipuntiró SLU.

Reuniones
Ayer mantuvieron un primer encuentro en el Bufete Buades los abogados Carlos de la Mata y Luis Huertas, en representación del Mallorca, y Xisco Llabrés, el abogado de Paul Davison. Después de tres horas de intensa reunión, en la que no fue fácil llegar al acuerdo, éste finalmente se cerró de forma satisfactoria. A la cita se incorporaron al encuentro Vicenç Grande y Joaquín García. Al filo de las ocho de la tarde se dio carpetazo a un culebrón que comenzó a escribirse el pasado 21 de julio.

En la jornada de hoy, el contrato privado será supervisado por los administradores concursales que tras comprobar con detalle todos los puntos, darán traslado al juez Víctor Fernández que tendrá la última palabra. Si el magistrado autoriza la operación con anterioridad al 15 de octubre, las dos partes -Grande y Davidson- otorgarán la correspondiente escritura pública de compraventa.

Este paso es muy importante ya que, además de dar prácticamente por descartada la entrada de un posible nuevo comprador, define las posiciones de ambas partes. De esta forma y siempre y cuando el juez dé validez al contrato, el Real Mallorca pasará a ser propietario del mecenas del Reino Unido, mientras que Vicenç Grande se mantendrá en la presidencia, que tras la venta pasará a disponer de un 2 por ciento de las acciones del club.

Por encima de él, en número de acciones, se situará José Miguel García, con un 5'6. El acuerdo suscrito, además de mantener en la presidencia a Grande, contempla también que el club no pueda cambiar otra vez de manos durante el periodo natural de un año y que tampoco pueda variarse el domicilio social del Mallorca, por lo que la entidad no abandonará la Isla y el equipo continuará aquí. Una vez que el juez dé el definitivo visto bueno a la venta, Paul Davidson tendrá ya plenos poderes para empezar a dirigir el club, nombrar a su personal de confianza y empezar a hacer efectivo su ambicioso plan que contempla convertir la marca de Real Mallorca en un referente mundial para generar ingresos a través de varias vías y hacer además del club un reclamo turístico en todo el mundo.

De todos los ejecutivos que tiene en nómina en su empresa, Fluid Leader Group, será Keith Wyness, ex director general del Everton, quien desembarcará en el club y compaginará el trabajo de gestión.