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Fernando Fernández Tres décadas después de la irrupción del Flavia, el baloncesto femenino mallorquín tiene motivos para sonreír, para soñar. Tras seis intentonas, el Joventut Mariana daba el paso al frente que Joan Puigserver y su equipo se habían fijado como objetivo, no como una obsesión. Santiago era testigo del ascenso del Decano de la canasta en Mallorca. Aguardaba una Liga Femenina que hablará mallorquín por primera vez y doblará el acento balear gracias al concurso del EBE Promociones.

La base del grupo que logró el billete a la máxima categoría, y una fuerte dosis de ilusión, son los argumentos que Jorge Méndez esgrime para alimentar el sueño de la meta que está en mente de plantilla, cuerpo técnico, directiva y afición: la permanencia.

Villaescusa, Ocete, Morillo, Moreno, Ruiz y Llamas repiten, pero los refuerzos prometen. Armintie Price, potencia física y credenciales WNBA, y la interior Murriel Page (se espera que llegue el martes tras ser retenida por las Sparks de Los Àngeles), forman la sólida apuesta estadounidense, aunque desde el otro lado del Atlántico aparecen dos nombres llamados a marcar las diferencias en el Mariana: Licet Castillo y Gisela Vela.

El currículo de la cubana, pese a sus 35 años, asusta y sus prestaciones a lo largo de la pretemporada -que cerraron con sendas victorias ante EBE Promociones y Olesa- hacen que sea un puntal en los planes del club de la Vall. A la argentina Vega no hace falta presentarla. Desequilibrante bajo los tableros, vuelve a la Isla para hacer realidad su anhelo de jugar en Liga Femenina con la entidad de Sóller, que por el momento hará del Palma Arena su hábitat, a la espera de que las obras del pabellón de Son Angelats lleguen a su fin (se espera que esté a punto a finales del mes de noviembre). Para paliar ese hándicap, y en vistas al estreno en 'casa' (miércoles, 19:30 horas) ante el Gran Canaria, el Mariana ha fletado autobuses hacia Ciutat y ha suspendido los entrenamientos de sus equipos de cara a una jornada histórica para la entidad.

El reto de la Liga Femenina se antoja vertiginoso. Tras hacer malabarismos para cuadrar las cuentas, el equipo cobra forma y hoy se estrena (18:30 horas) en la pista del mejor rival para completar un entreno de calidad. El todopoderoso Ros Casares de Valdemoro, Aguilar, De Souza, Tornikidou, Palau, Hodges y compañía, vuelve a la Fonteta tras barrer de la pista al San José y ganar la Supercopa. Pese a las bajas de Vecerova, Dacic y Milton Jones -también afectada por la maniobra de las Sparks-, el equipo de Isma Cantó está dispuesto a demostrar que es uno de los mejores de Europa.

A la espera de los derbis entre Mariana y Puig d'en Valls (25 de octubre en Eivisa y 7 de febrero en Sóller), la Liga Femenina muestra al Ros Casares como claro favorito a todo, con el permiso del Perfumerías Avenida. Será la temporada en la que Alba Torrens -para muchos llamada a ser la jugadora franquicia del Celta y del torneo- volverá a su tierra para jugar en Liga Femenina y en la que Olesa, Mann Filter, Irún, Estudiantes o Extrugasa lucharán con las de la Vall por una meta común. Todo ello hace de la máxima categoría una competición de altos vuelos, un reto de enorme calado que asume el Joventut Mariana, que no renuncia a nada ante el Ros, pero que sabe que su verdadera guerra arranca ante el Gran Canaria.