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Efe|LA LAGUNA
El Palma Volley se ha colado en la final de la Supercopa femenina de voleibol al sacar adelante un partido que tenía muy cuesta arriba con un 2-0 y 16-13 en el tercer set favorable al Sanse, que se quedó a las puertas de repetir la hazaña de la última Copa de la Reina.

Entonces el equipo madrileño dejó en la cuneta al mallorquín, que con su triunfo en La Laguna se ha tomado cumplida revancha y ahora le aguarda el anfitrión Tenerife Marichal, que se presume como el gran candidato a la victoria final tras haber superado con holgura al Murcia. La final por el primer título de la temporada se disputará a partir de las 13.00.

En la segunda semifinal de la Supercopa empezó mucho mejor el Sanse, que comandado por la pareja de centrales Butnaru-Rodríguez dio el primer hachazo con un 8-4 en la primera pausa.

Un ataque desastroso hizo saltar todas las alarmas en el equipo mallorquín, que reaccionó cuando Ernesto Rodríguez agotó sus dos tiempos con 14-5 en el electrónico.

El posterior parcial de 0-4 dio al Palma la inspiración que necesitaba, sobre todo a Desiré Glod, pero no fue suficiente argumento para descentrar a un Sanse muy aplicado en la segunda línea.

Con los dos equipos más asentados sobre la cancha se vivió un inicio de segundo set de máximo equilibrio, en el que el intercambio de saques se mantuvo constante (8-7).

Amenazó el Sanse con abrir brecha pero Jéssica María Paz salió al rescate. Sin embargo, volvieron a desconectarse las baleares y otra vez se veían a contra corriente y con menos margen para reaccionar (16-13).

El equipo madrileño echó el resto y la veterana María Romanova dio la puntilla con un recital desde zona dos.
Por primera vez en el partido el Palma tomó la iniciativa en el inicio del tercer set (7-8) pero el impulso no le dio para despegarse de un Sanse más constante en su juego.

Romanova amenazó con la sentencia (16-13) pero cuando menos se esperaba un parcial de 0-6 enseñó el camino a las pupilas de Ernesto Rodríguez, que esta vez no dejaron escapar la oportunidad para meterse de lleno en el partido.

El golpe moral se dejó notar en los dos bandos, tal y como refleja el 0-8 con el que comenzó la cuarta manga. La mejoría mallorquina fue evidente, pero más aún lo fue el descalabro madrileño.

Con todo perdido, el Sanse al menos recuperó sensaciones con vistas al «tie break» pero el Palma, que venía lanzado, completó la remontada.
El Tenerife Marichal demostró con una insultante superioridad sobre el Murcia 2005, al que doblegó por un contundente 3-0, que ha vuelto por sus fueros para recuperar la hegemonía perdida en el voleibol español.