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Gregorio Manzano todavía no tiene constancia de la venta del Mallorca. Al menos, hasta ayer nadie se lo había comunicado a través de los conductos oficiales. En cualquier caso, el técnico jienense es consciente de que el culebrón llega al epílogo y espera que eso ayude a que el equipo piense exclusivamente en su excursión por la Liga: «Estoy esperando a que se cierre y se normalice todo. Cuando se termine nos centraremos más en el fútbol».

El entrenador de los baleares es optimista en cuanto al cambio que se perfila en la propiedad y confía en que la parcela deportiva no se vea afectada. «Parece que el tema está muy avanzado y que tenemos a la vuelta de la esquina el final de esta historia. Espero que la situación deportiva siga, al menos, como está y todo lo que deseo es que vaya a mejor. Está claro que habrá que esperar a que Paul Davidson haga su propuesta deportiva cuando sea máximo accionista, que hable con todas las personas de la casa y cuando emita su opinión al respecto, podremos analizarlo». El de Bailén confiesa además que no conoce personalmente al magnate británico, aunque subraya que cree su palabra: «Me quedo con que quiere que siga la estructura deportiva que está al frente del equipo, incluyendo a Vicenç Grande como presidente. También con la ilusión de una posible mejora deportiva».

Preocupaciones
Una vez aparcado el asunto de la compraventa, Manzano volvió a dirigir la mirada hacia el césped, donde mañana (ONO Estadi, 17.00 horas) le espera un compromiso vital para la consolidación de su plantilla en la zona cálida de la clasificación. En esta ocasión, el invitado de turno será un Sporting visiblemente magullado por su falta de resultados. Y aunque el encuentro parece cómodo, el técnico no se fía. ea fácil. «No espero a un rival ingenuo, ni con mala suerte como en el último partido, tampoco a un Sporting muy atrevido», afirma. «Soy de los que piensan que el domingo vamos a tener dos enemigos: el Sporting y su orgullo. Alguna vez puntuará y hay que intentar que no sea en Mallorca. Será complicado ganarles, y más aún, conociendo a su entrenador, Manolo Preciado».

En esa misma dirección, Gregorio Manzano siguió justificando los temores que le genera el conjunto asturiano: «Sé que van a luchar los noventa minutos para no irse de Mallorca de vacío. «Si nosotros vamos confiados y creemos que el partido está ganado de antemano por lo ocurrido antes, estamos en el preámbulo de no ganar el partido».

El preparador del Mallorca, fiel a su libro de estilo, no avanzó nada con respecto a la alineación que pondrá esta semana sobre la alfombra de Son Moix, pero sí dejó entrever «algún cambio en función de las circunstancias».

El equipo isleño, que viene de conectar dos victorias consecutivas ante Numancia y Racing, podría igualar mañana el mejor inicio de campeonato en la historia del club, pero Manzano es prudente: «Los números siempre ayudan a que el equipo vaya cogiendo la forma, lo demás son estadísticas. No hay que obsesionarse con ningún récord, hay que obsesionarse con ganar un partido. No podemos vender la piel del oso antes de cazarla».