El equipo azulgrana quería sentenciar rápido y evitar problemas en un partido que, o bien todo te sale, o bien las cosas se complican hasta límites insospechados. Ocurrió lo primero. Henry volvió a aprovechar un regalo de la inocente defensa almeriense para marcar el segundo a placer finalizando una jugada de Iniesta.
El once catalán continuaba volcado en ataque y en tres minutos, los que van del 20 al 23, Samuel Etoo anotaba dos tantos más situando el marcador en un claro y contundente cuatro a cero. El partido estaba sentenciado y no se había llegado ni al minuto 30 de partido. Por si esto no era suficiente, Negredo se borró del partido y lo hizo tras ver la cartulina roja por una brutal entrada a Márquez. El equipo andaluz se quedaba con un hombre menos, perdía por cuatro goles a cero y quedaba todo un mundo por delante. Antes del descanso, en el minuto 36, el Barça gozó de un libre directo que ejecutó con maestría Dani Alves batiendo por quinta vez al portero rival. El delirio se apoderaba de las gradas, el Barça se divertía y el Almería vivía su infierno particular. Con el cinco a cero se llegó al final del primer período.
En la reanudación Gulherme envió un balón al travesaño nada más empezar, en lo que el acercamiento más claro del Almería desde que empezó el partido. La segunda parte sobró y sólo la emoción de saber si el Barça marcaba más goles mantuvo el interés. Pero el equipo de Guardiola levantó el pie del acelerador y no humilló más al rival. El Almería intentó dar la cara, pero fue incapaz de marcar. Mucho hizo con diez futbolistas sobre el campo al no encajar más goles.
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