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Efe |BARCELONA
Separados por nueve puntos y por un mundo de sensaciones futbolísticas, Barcelona y Real Madrid vuelven a verse las caras en el Camp Nou, escenario esta temporada de un clásico desigual, en el que se medirá el fútbol espectáculo del líder de la Liga con el alcance del efecto Juande Ramos, el encargado de reanimar desde el banquillo al conjunto blanco. (22.00 horas. La Sexta).

Favorito indiscutible en todas las apuestas, el Barca se ha acostumbrado a solventar sus últimos partidos con una autoridad incontestable. Al líder le avala la pulcritud de su juego y las estadísticas: es el máximo goleador y el menos goleado (sólo un gol encajado en sus últimos cinco partidos de Liga), el que más remata y menos tarjetas ve.

Más allá de los datos, el Barcelona ataca cada partido como si fuera el último. Sostenido por la voracidad de Guardiola, que prepara cada partido con la ilusión del debutante, el equipo azulgrana ha aprendido a hacerse fuerte en defensa, imaginativo en la medular, resolutivo en ataque y solidario.

Cuenta además con jugadores en un dulce momento de forma, del lateral derecho al extremo izquierdo. El juego arranca en la combatividad de Alves o la precisión de Márquez y encuentra en Xavi un excelente hilo conductor. Unos metros por delante, Messi desequilibra y Eto'o, pichichi del torneo, golea.

En oposición a las dudas que genera la alineación del Real Madrid, el once de Guardiola parece cantado. Márquez y Puyol ocuparán el eje de la zaga, secundados por Alves y Abidal, con Touré como ancla en el centro del campo, acompañado de dos volantes, Xavi y Gudjohnsen. La alineación del islandés parece ser el único atisbo de duda de Guardiola. Convincente Gudjohnsen en el último compromiso frente al Valencia, sólo la posibilidad de darle la titularidad a Busquets ofrecería una sorpresa relativa en la alineación del Barca, que por una vez se adivina previsible.

El frente de ataque lo formarán Henry, Messi y Eto'o, la línea titular de Guardiola, un trío que suma 30 goles en Liga (2'1 por partido), sólo tres menos que todo el Real Madrid.

Ajenos al ambiente que exige y da por hecha una goleada, el equipo y su entrenador trabajan para mantener ante el Madrid sus señas de identidad como garantía de victoria: ambición, una asfixiante presión a la salida de balón del equipo rival y apoyo en las ayudas defensivas. El resto queda a expensas del talento de un equipo en estado de gracia.

Enfrente tendrá a un Real Madrid que debe luchar contra los elementos, los malos augurios y la lógica. La llegada fulgurante de Juande Ramos al banquillo blanco parece que ha traído aires renovadores, aunque visitará el Camp Nou con una lista interminable de bajas. Por sanción, no jugarán Arjen Robben y Marcelo. Por lesión, Mahamadou Diarra, Rubén De la Red, Ruud Van Nistelrooy, Miguel Torres, Pepe, Huuntelaar y Heinze no visitarán el feudo azulgrana.

Para combatir todos estos problemas, sobre todo el de las lesiones, Juande tendrá que exprimirse la cabeza para unir las piezas del puzzle. Pese a que Sneijder ha sido convocado, el holandés tiene pocas posibilidades de jugar. El principal desaguisado de Juande será la zona izquierda del equipo. Esta será arreglada con Drenthe para sustituir a Robben y con Ramos o Míchel Salgado para hacer de Marcelo. Si finalmente se decide por el primero, Metzelder actuará de central. Si elige al segundo, el alemán será el lateral derecho. Juande citó a los canteranos Chema Antón, Miguel Palanca, Agustín Díaz «Agus» y Alberto Bueno, aunque éste último ya es habitual en las convocatorias del primer equipo. El resto de futbolistas que verán el duelo desde el banquillo serán Jerzy Dudek, Javier Saviola y Javi García.