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Freddy Shepherd tiene previsto auditar las cuentas del Mallorca durante toda la jornada de hoy. Después, con los números en la mano, decidirá si formaliza una nueva oferta por el Mallorca o si se aparta de la operación. El ex propietario del Newcastle desplazó ayer a la Isla a dos hombres de su equipo con ese único objetivo. Uno es un asesor financiero y el otro, un abogado de su confianza afincado en Madrid. Ambos repasarán los últimos movimientos que han sufrido las arcas del club balear desde el pasado mes de junio y los resultados que obtengan, que serán escrutados después por el empresario y su mano derecha, David McKnight, marcarán el libro de ruta de los ingleses.

Shepherd también tiene prisa por cerra de una u otra forma el asunto y tras la fallida reunión de la semana pasada, ha subido otro de los escalones del proceso. Los últimos acontecimientos (las derrotas del equipo, la pitada de Son Moix a Grande...) han despertado en él ciertas dudas, pero su entorno no descarta una nueva ofensiva, que se sumaría a los dos que ya realizó en su día. Las dos fueron rechazadas al ser consideradas «insuficientes» por la parte vendedora y en el caso de que optara por lanzar una nueva propuesta, ésta no superaría nunca los 20 millones de euros.

La ausencia de otros candidatos ha dejado a Shepherd totalmente solo en la puja. Y eso le concede cierta ventaja, o al menos, más tiempo para masticar sus proposiciones. En cualquier caso, el inglés tampoco quiere prolongar el culebrón de forma innecesaria. En principio se había fijado un plazo que ya no ha podido cubrir (14 de diciembre) y es consciente de que si asume las riendas de la SAD cuando se haya cerrado el mercado de invierno no podrá retocar la plantilla, por lo que el riesgo de fracaso sería mayor.