TW
0
Miquel Alzamora «El Barcelona será un auténtico vendaval». Esta frase la pronunció ayer Gregorio Manzano en la sala de prensa; se desconoce si la ha pronunciado en el vestuario. Un mensaje casi apocalíctico el que ofreció ayer el andaluz ante los medios de comunicación. «Digo que será un vendaval porque contra nosotros, cuantos más goles marque, mejor para ellos y para enfocar el choque de vuelta. Este es el guión del partido», dijo. Más que nunca la pelota está en manos de los futbolistas porque el entrenador tiene claro que el partido de hoy apenas tendrá historia. «Esta eliminatoria enfrentará a un gigante como el Barcelona, que es primero, contra nosotros que somos colistas. Cada seis ocasiones que tengan ellos, nosotros tendremos dos y si alguna de sus acciones son ilegales "refiriéndose al papel del colegiado" entonces tendremos más problemas». Más claro, agua. ¿Realista o victimista?, según el andaluz es más lo primero que lo segundo. «El Barça es favorito en la Liga, en la Copa y en la Champions. Quitarle a estas alturas al Barcelona el cartel de favorito en las competiciones en donde compite sería una chulería y en el fútbol no hay que ser chulos, hay que ser realista y el Barcelona realmente nos supera en casi todo», manifestó Gregorio Manzano en la jornada de ayer.

El equipo azulgrana gana en todo al Mallorca. Como recordó el entrenador del equipo balear uno es primero y otro último, a partir de ahí toda comparación es absurda. Sin embargo, hay un concepto que según Manzano el Barça no les gana y es en la «ilusión». «La ilusión que tenemos nosotros es eliminar al Barcelona, ellos nos superan en muchas cosas, pero no creo que en ilusión, aunque también seguro que la tienen», comentó. Saber si con esta «ilusión» será suficiente para firmar un partido digno es la incógnita que sobrevuela la previa del encuentro.

«Hay que intentar que esta eliminatoria dure 180 minutos, ese es un poco el objetivo y tener opciones para el partido de vuelta el cuatro de marzo, intentando que la ronda no quede resuelta en noventa minutos y llegar a Palma con la posibilidad de jugar un partido que nos permita estar en la final», declaró el técnico del Mallorca. Manzano apuntó también que su deseo era jugar el primer partido en casa y el segundo fuera, pero el resultado de la eliminatoria es como es y ante esto sólo se puede afrontar el choque con garantías de no echar por tierra las posibilidades del equipo en los primeros noventa minutos. «El partido de vuelta se juega en Palma y estar en la final es difícil, pero no imposible. En 2003 soñamos que podíamos ser campeones y lo conseguimos y ahora queremos tener posibilidades de seguir soñando», manifestó el entrenador del Mallorca.

El entrenador del equipo balear es consciente que los deberes en el campeonato regular no están ni mucho menos hechos, de ahí que la Copa sea sólo «el postre» en el menú que tiene que afrontar el equipo balear en lo que resta de temporada. «El primer plato es la Liga, la Copa y el Barça son el postre», manifestó el técnico jienenese.

Por su parte Pep Guardiola exhibió argumentos acorde con el potencial de su equipo. Habló de la necesidad de volver a jugar una final de Copa y alertó sin embargo de los problema que puede crear el Mallorca. El centrocampista catalán espera una eliminatoria «igual de dura» que la ronda previa contra el Espanyol, y recela de que el conjunto balear llegue al Camp Nou con la mente puesta en su delicada situación en Liga.Para Guardiola, la eliminatoria tendrá «un nivel de dificultad parecido» a la de cuartos de final. «Al igual que entonces, ellos no tienen nada que perder y nosotros tenemos que pasar sí o sí», advirtió. «El Mallorca no está fino en la Liga, pero cuando vinieron aquí nos costó ganarles (3-1), y en la Copa han eliminado a tres equipos de Primera (Málaga, Almería y Betis). Dicen que se centrarán en la Liga, que la Copa les da igual, pero yo he sido deportista y no me creo que no piensen que están a un paso de jugar una final. No descarto en absoluto un partido complicado», manifestó.

Sobre la importancia que tiene para su equipo el partido de esta noche, el técnico azulgrana fue claro. «Es una semifinal de la Copa del Rey, con eso está todo dicho. Es la tercera vez consecutiva que el Barca llega a las semifinales (cayó ante Getafe y Valencia las dos últimas temporadas) y, esta vez, esperamos llegar a la final, porque hace once años que no la jugamos. Queremos llevar a 30.000 ó 40.000 personas a Valencia, a disfrutar nuevamente de eso».

«Buscaremos un buen resultado y, si es posible, no encajar goles, pero pase lo que pase, habrá que ir a Mallorca a jugarnos la clasificación dentro de un mes». En cualquier caso, el técnico barcelonista quiso tranquilizar a aquellos que creen que este Barca ha perdido un poco de fuelle en las últimas semanas de competición, pues ve a los suyos en perfectas condiciones, «no sólo físicamente, sino de estado de ánimo, y en el resto de conceptos». Por último, el técnico catalán hablo de la excelente situación del equipo en la Liga e insistió en que, pese a los doce puntos de ventaja, todavía no está ganada. ¿Debería el Real Madrid arrojar la toalla? «No. Tienen la obligación de seguir. Además, su gran virtud como institución es no renunciar nunca a nada», sentenció el entrenador del FC Barcelona.