TW
0

El Mallorca apeló a la garra de su invitado de excepción para amarrar una victoria que puede marcar el destino. Enfundado durante toda la tarde con la camiseta del equipo bermellón, con Rafa Nadal rotulado encima del dorsal número 1, el mejor tenista del mundo celebró el triunfo del grupo isleño ante el Racing. Situado en la primera fila del palco, junto al presidente Mateu Alemany, Nadal extendió su buena estrella para contagiar su espíritu ganador al bloque dirigido por Gregorio Manzano.

La nueva gestión de la SAD balear ha recuperado el apellido Nadal, que el anterior presidente había desterrado. Intimamente ligado a la historia reciente de la entidad -Miquel Angel es, con 255 partidos, el jugador que en más ocasiones ha defendido la camiseta rojilla en Primera División-, el regreso de Alemany ha reestablecido las relaciones. El nuevo mandatario, aprovechando la presencia de Rafa Nadal en la Isla, no dudó en homenajear al número 1 de la ATP y a su tío-entrenador Toni con la entrega de la insignia de oro de la entidad.

La presencia de Nadal en Son Moix provocó los primeros aplausos de la tarde. Acompañado por su tío Toni, pisó el césped en los prolegómenos del encuentro. Saludó al público, que le tributó una gran ovación, y recibió la insignia de oro y brillantes del club de la mano de su tío Miquel Angel Nadal, miembro del consejo asesor de la entidad.

Al tiempo, Mateu Alemany también homenajeó al entrenador del tenista manacorí. En medio del caos mediático habitual que acompaña al número 1 en cada comparecencia con la prensa, Nadal posó con la primera plantilla y con un grupo de chavales que se frotaban los ojos por poder ver de cerca, tocar y retratarse junto a uno de sus ídolos.

También el colegiado quiso sumarse al acto. Velasco Carballo llamó a los capitanes Juan Arango y Pedro Munitis para que se acercaran hasta el tenista. Por cierto, aquí se produjo una escena cuando menos curiosa: el apretón de manos entre el árbitro madrileño y el presidente mallorquinista.

Ya con la insignia en su poder -sin traje, se la guardó en un bolsillo- número 1 saludó de nuevo a la hinchada junto a sus tíos Toni y Miquel Angel y el presidente Alemany, una instantánea que fue recogida por un buen puñado de reporteros gráficos y que a buen seguro que dará la vuelta al mundo.

Por cierto, una gran noticia para Viajes Iberia, que unas horas antes había firmado un acuerdo para patrocinar de nuevo al equipo y cuya marca se extendía ahora por todo el planeta. Sin duda, una gran operación.

Después de ese bombardeo, Nadal quiso agradecer el homenaje tributado por el Real Mallorca. «Estoy contento y vengo aquí con la intención de animar a mi equipo». Al respecto de la camiseta, con el número 1, que había recibido de la entidad, apuntó: «Ya tengo varias camisetas del Mallorca y usaré esta cuando juegue pachangas con mis amigos».

«Estoy feliz -prosiguió- de estar al lado de mi gente. Lo importante es ganar este partido porque el equipo está en una situación delicada y necesita, sobre todo, los tres puntos», apuntó Nadal, que se marchó de inmediato al palco presidencial para sufrir durante noventa y tantos minutos y disfrutar al final.

Alemany, tras el duelo, puso al tenista manacorí como ejemplo: «Debe ser un reflejo y un estímulo para todos», apuntó el presidente del Mallorca. Sin duda, fue un homenaje redondo para Nadal. Profeta en su tierra.