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Agencias|MADRID
El Mundial de Fórmula Uno 2009 cuenta las horas para su estreno oficial, el próximo domingo en Melbourne, con un Gran Premio de Australia que abrirá la veda por un título que defiende Lewis Hamilton, y al que optan los Ferrari de Raikkonen y Massa, y por encima de todos, un Fernando Alonso que quiere devolver a Renault a su lugar. La pretemporada deja sensaciones variadas y polémicas de última hora, como las que definen la marcha atrás dada por la FIA y los promotores del Campeonato, que pretendían aplicar la nueva normativa a la hora de decidir el nombre del campeón, que debía ser el piloto con mayor número de victorias. La presión de los equipos y los pilotos ha aplazado esta determinación hasta 2010, pero tras un largo invierno, la atención se centra sobre el asfalto. Y todas las miradas, de nuevo, sobre Alonso.

Los cronos estratosféricos marcados por el R-29 dejan atrás un 2008 que acabó con buen sabor de boca tras muchos disgustos acumulados. «Creo que podemos ganar el Melbourne», afirmaba con rotundidad Alonso al finalizar los tests de pretemporada de Jerez. Las intenciones de Bernie Ecclestone, dueño de los derechos de la Fórmula Uno, con el beneplácito de la FIA, no fueron visttas por el grueso de la parrilla, siendo Alonso uno de los portavoces con más peso. «Si la Fórmula Uno continúa involucionando, me retiro», apostillaba el asturiano.

Muchas variaciones presenta el curso 2009. La eliminación de elementos como los deflectores laterales o las 'chimeneas', la ganancia de altura por parte del alerón trasero, con el fin de permitir los adelantamientos en aspiración, y la reducción de su amplitud en 50 centímetros, son algunas de las novedades que los monoplazas lucirán a partir de este fin de semana. De la misma manera, el alerón delantero se ha ampliado hasta tapar las ruedas, con la finalidad de mejorar el apoyo en los giros. También, y por primera vez desde 1997, se usarán gomas en formato 'slick' (lisas), un factor que beneficia a pilotos como Alonso, que a lo largo de las últimas campañas se ha quejado amargamente del enorme desgaste que padecen los neumáticos Brisgestone.

Pero la innovación que más polémica ha generado ha sido el tan mencionado KERS, un sistema que proporciona una potencia añadida a través de unas baterías que aprovechan la fuerza del vehículo en su frenada para hacer uso de ella en las rectas. La desconfiguración de los pesos era el principal argumento en contra de la última idea. Además, los motores han visto aumentada su vida por espacio de tres carreras, limitando de la misma manera sus revoluciones a 18.000 revoluciones por minuto.

Hamilton, Raikkonen y Alonso, los tres últimos campeones del mundo, junto a Felipe Massa, encabezan las apuestas de cara a un título que promete emociones fuertes.

El vigente campeón mundial de Fórmula Uno, Lewis Hamilton, ha puesto en duda a lo largo de los últimos días que su McLaren-Mercedes pueda rendir a buen nivel en Melbourne, donde la nueva temporada quedará inaugura el próximo fin de semana con el tan esperado Gran Premio de Australia.

«Mi plan es poder estar adelante en Melbourne, pero si no puedo estar delante correré con todo mi corazón. En los dos últimos años, McLaren-Mercedes ha desarrollado un coche fantástico. En este momento, el coche de este año está un poco detrás del resto en cuanto a desarrollo, pero tengo confianza absoluta en que nos haremos más fuertes y creceremos según avance el año», señaló Hamilton al diario británico 'The Guardian'.

A pesar de esta desventaja que ve, el británico mantiene «fe completa» en su equipo porque «están trabajando muy duro, invirtiendo una cantidad increíble de horas y un esfuerzo masivo. Heikki Kovalainen y yo haremos lo mismo», aseguró Hamilton sobre el trabajo de los dos pilotos, «totalmente volcados para desarrollar el mejor coche posible», significó el portador del número uno.

El piloto también vertió palabras de alabanza sobre Brawn GP, el equipo revelación de la pretemporada. «Estoy contento por Jenson (Button) y Rubens (Barrichello) y todas las personas que trabajan en el equipo. Han debido pasar un invierno muy duro, así que es genial ver que los han superado con un coche gran coche que merecen porque son grande pilotos», apuntó.

Además, el británico comentó su situación en el 'Gran Circo' antes de empezar su tercera temporada. «No estoy aquí para romper récords», dijo, porque «siempre» ha dicho que su «objetivo» es ganar tres Mundiales «igual que Ayrton Senna. No quiero seguir en la Fórmula 1 hasta que sea viejo y canoso. Quiero estar al menos cinco años, pero soy joven y también me gustaría concudir un coche de rally, uno de Nascar, una MotoGP o volar en un caza», enumeró un Lewis Hamilton que muestra su versión más cautelosa en vistas a arrancar la campaña de la defensa de su corona con argumentos de sobras, aunque McLaren tiene mucho trabajo por delante.