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Santiago Aparicio |MADRID
Con un pie en la cita de semifinales, en la que ya está previsto su eventual particular enfrentamiento, el Barcelona y el Chelsea abordan en busca de la sentencia la vuelta de cuartos de la Liga de Campeones, que el Villarreal y el vigente campeón, el Manchester United, encaran obligados a responder a domicilio. El jugoso botín extraído en la ida, ha dejado el «asunto europeo» pendiente de una puntilla para azulgranas y 'blues'. El equipo del técnico barcelonista Pep Guardiola visita Múnich para certificar la autoridad que desprende su juego y rentabilizar sus goles; y la inestabilidad moral de su adversario. Notablemente tocado. El cuadro de Jurgen Klinsmann ganó con solvencia al Eintracht. Revitalizó su ánimo. Pero no asaltó el liderato que conserva el Wolfsburgo en la Liga de Alemania, objeto de deseo del conjunto alemán dada la oscuridad que advierte ahora su devenir europeo.

No afloja el bloque de Guardiola. Firme en el primer puesto de la Liga española resguardó a Samuel Etoo, a Carles Puyol y a Xavi Hernández, que salió en el tramo final del duelo con el Recreativo.

El Chelsea dio un golpe de mano en Anfield (1-3) y pretende liquidar la cuestión en Stamford Bridge. El holandés Guus Hiddink ha dotado de consistencia a los 'blues', que de nuevo están a punto de volver a dejar en evidencia a las intenciones del grupo de Rafael Benítez. Ambos salieron airosos de sus respectivos partidos de la Premier. El Chelsea ganó de forma apretada al Bolton. El Liverpool goleó al Blackburn. Los dos conservan intacta su condición de aspirantes al primer puesto que aún ostenta el Manchester United de Alex Ferguson.

No disfruta de sus mejores momentos el conjunto de Alex Ferguson. Acechado en su dominio de la competición inglesa y amenazado su reinado europeo. El campeón está contra las cuerdas. Visita Portugal obligado a restituir su condición de favorito. No pasó del empate en Old Trafford (2-2). Y su presencia en semifinales está en el aire.

El cuadro de Jesualdo Ferreira subrayó su condición de líder de la competición lusa con un contundente triunfo ante el Amadora. Para fortalecer su estímulo ante la visita del United. El Oporto mira con optimismo hacia semifinales. A las que aspiran también el Arsenal y el Villarreal. El equipo inglés inclinó la situación de su lado tras el empate en El Madrigal (1-1). El regreso de Cesc Fábregas ha iluminado las convicciones del bloque de Wenger, que ganó con claridad al Wigan.

Peor parado salió el Villarreal de su compromiso doméstico. Perdió en su campo, que visitó el Málaga. Sin Santi Cazorla, la situación de Marcos Senna, que es casi segura baja al retirarse dolorido, oscurece su futuro competitivo. El Villarreal tiene que marcar en Londres para sellar su revancha ante el Arsenal y prolongar sus intenciones. El once de Pellegrini necesita para superar la eliminatoria truncar la racha de más de quinientos minutos del equipo inglés sin recibir un tanto en casa. El partido de ida finalizó con empate a un gol, por lo que el Villarreal no logrará la clasificación para semifinales si no marca. El equipo londinense vio su portería batida por última vez hace un año, el 2 de abril de 2008, cuando el holandés del Liverpool, Dirk Kuyt, marcó en los cuartos de final de la competición, en un partido que acabó 1-1. Su racha comenzó con la victoria ante el Twente en la previa (4-0). En la fase de grupos, se midió a Oporto (4-0), Fenerbahce (0-0) y Dinamo de Moscú (1-0); mientras en octavos venció al Roma por 1-0.