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Tolo Jaume El pino siberiano ya no es una superficie idónea, la madera se astilla, los listones se separan, los últimos anillos se descomprimen, los apoyos de la subestructura no son los adecuados y ciertos elementos de seguridad precisan una revisión. Esta es la lista de problemas sobre la que se fundamenta la negativa de la UCI a la homologación de la pista del Palma Arena y podría motivar que la conselleria recurriera a los tribunales para exigir responsabilidades. La única solución para el recinto pasa por la completa sustitución de la pista.

El conseller d'Esports, Mateu Cañellas, y el director del Palma Arena, Joan Llaneras, ofrecieron ayer su postura y ambos coinciden en ver la parte positiva de la notificación realizada por la UCI. Cañellas subraya el hecho de que la actividad ordinaria del Palma Arena no se verá afectada. La no aprobación de la UCI sólo atañe a eventos de carácter internacional que en la actualidad no se disputan en la Isla, por lo que las pruebas nacionales y regionales así como el uso de la EBE y la federación no se verán alterados.

La negativa a la homologación por parte de la UCI es para Cañellas una garantía para reclamar. El contrato redactado el 8 de mayo de 2006 entre el consorcio para la construcción de la instalación y los arquitectos García-Ruiz especifica que «la Sociedad GR1 S.L. desarrollará el diseño de la pista (realizada en madera), en colaboración con Sander Douma, y será homologada por la UCI». El presunto incumplimiento permite a los gestores esperar que la adecuación de la pista se produzca «con coste cero para los ciudadanos poque todo está firmado».

Esports, que afirma que no existen deudas pendientes con los arquitectos que cobraron una minuta cercana a los nueve millons de euros, ha puesto el caso en manos de sus servicios jurídicos y en breve se requerirá a los arquitectos ante la imposibilidad de obtener su respuesta. La conselleria también optaría por presentar una demanda. Así las cosas los plazos estarán sujetos a la justicia.

Cañellas y Llaneras no quieren «demonizar» a la UCI, pero no esconden su desconcierto ante ciertas decisiones. Meses atrás la UCI ofreció la posibilidad de organizar una manga de la Copa del Mundo cuando el velódromo no estaba homologado y en su día dio luz verde al Mundial de 2007, cuando se aseguró que se había dado el visto bueno.

El que fuera director del evento, Jorge Moisés, y el ex presidente de la Balear de ciclismo, Andreu Canals, atestiguaron que «los técnicos de la UCI nos dijeron 'the track is OK' (la pista está bien)». «Hay una recopilación de prensa que así lo dice, pero no hay ni foto de la homologación y tampoco una firma», afirma Llaneras, que calcula alrededor de un mes el período necesario para subsanar las deficiencias.

Sander Douma reconoce los fallos y ha ofrecido sus explicaciones a Llaneras, que ha constatado «la buena voluntad» del arquitecto.