Rafael Nadal atiende a los medios explicando su ausencia en el torneo de Wimbledon, ayer, en el All England Club.

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Patricia Rodríguez LONDRES

Wimbledon se queda sin su campeón tras manifestarse los peores presagios. Rafael Nadal confirmó ayer en el All England Club que no competirá en la hierba londinense por no sentirse «preparado». El número uno del mundo no ha logrado superar un problema de tendinitis en la rodilla agravado por edemas en los polos de las rótulas y, aunque se encuentra «mucho mejor que hace dos semanas y hace un tiempo», no siente que esté preparado «para enfocar un torneo como Wimbledon» con garantías suficientes para competir al máximo nivel.

Rafael Nadal quiso hacer el anuncio en el prestigioso club tras haber disputado un partido de exhibición en el torneo de Hurlingham que perdió ante el suizo Stanislas Wawrinka por 6-4, 6-7 y 10-3. Pese a mostrar mejoría respecto al primer duelo de exhibición disputado el jueves ante Lleyton Hewitt, el tetracampeón de la Copa de los Mosqueteos constató que no estaba en óptimas condiciones.

«Quiero tomarme un tiempo para recuperarme y trataré de regresar lo antes posible con la mentalidad al cien por cien para ganar. El problema ahora mismo es que estoy jugando pensando más en las rodillas que en el partido y así es muy difícil jugar», explicó el balear, que enfatizó que no quería «salir a la pista con la sensación de que no sé si voy a estar preparado para ganar y ya no para ganar, para competir».

Reconoció que los deportistas «convivimos con dolores» y admitió que «realmente uno no sabe dónde está el límite y hasta dónde uno puede llegar». «Y yo realmente creo que en este momento he llegado al límite y necesito una limpieza para volver con fuerza», observó.

«Llevo ya nueve meses jugando con dolor en la rodillas y uno va haciendo esfuerzos semana tras semana, pero en Madrid realmente hice otra prueba que me dijo lo que tenía, dos edemas en cada rodilla», comentó.

También señaló que para él darse de baja de esta competición era «difícil de aceptar» y reconoció que nadie estaba más «decepcionado» que él mismo. «Durante toda mi vida, Wimbledon es uno de los torneos más especiales, si no el más especial, y poder jugar aquí como número uno por primera vez... es duro, ya conoces al público. He intentado todo lo que he podido para jugar, pero es imposible. Quiero estar listo para el año que viene y lograr buenos resultados», dijo Nadal a quién el sorteo le había deparado un duelo con Arnaud Clement en primera ronda .