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S.Alvárez|SILVERSTONE
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull-Renault) se impuso ayer de manera arrolladora en el Gran Premio de Gran Bretaña para dar algo de emoción al campeonato, mientras que Fernando Alonso (Renault) sufrió con un coche que no da para más y que sólo le dejó ser decimocuarto.

Sebastian Vettel, autor ayer de su segundo triunfo del año, ganó con autoridad desde la 'pole' por delante de su compañero de equipo, el australiano Mark Webber, que ratificó el dominio ejercido todo por los Red Bull-Renault. Rubens Barrichello (Brawn GP) completó el podio.

El líder destacado del campeonato y ganador de seis de las ocho carreras disputadas, el británico Jenson Button (BrawnGP), esta vez sólo pudo ser sexto. Button, que no ha podido cumplir su sueño de ganar el gran premio su país, que, en principio, por última vez se disputa en Silverstone, sigue al frente de la general con 64 puntos, 23 más que Barrichello y 25 por delante de Vettel.

El brasileño Felipe Massa (Ferrari) hizo una buena carrera en Silverstone que le permitió remontar desde la undécima hasta la cuarta plaza, al haber sacar partido de la estrategia de salir muy cargado retrasar al máximo su primer repostaje. Por detrás de Massa acabó el alemán Nico Rosberg (Williams-Toyota), quinto, y la zona de puntos la completaron el italiano Jarno Trulli (Toyota) y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari).

Vettel no dio opciones a sus rivales en ningún momento y dio todo un recital en las 60 vueltas al escenario, en mayo de 1950, de la primera carrera de la historia de la Fórmula Uno. Con un coche superior al resto y con un equilibrio aerodinámico ideal para una trazado como éste, el germano partió desde el primero puesto y no lo soltó hasta el final. Arrancó como un avión y mantuvo un ritmo infernal, sobre todo en los primeros giros, a razón casi de un segundo por vuelta respecto a sus inmediatos perseguidores. Primero tuvo detrás a Barrichello y desde la mitad de la carrera a su compañero Mark Webber, que superó al brasileño tras la primera serie de paradas para repostar y cambiar neumáticos. Los dos Red Bull no encontraron rival y frenaron la racha triunfal de los BrawnGP, que con Button al volante habían ganado las últimas cuatro carreras (Bahrein, España, Mónaco y Turquía). El dominio de Vettel fue tal que terminó con 15 segundos de margen sobre Webber y 41 sobre Barrichello.

Y Fernando Alonso no ha podido hacer nada con un coche que no da para más. En la arrancada cedió dos plazas y pasó de las décima a la duodécima. Después cayó a la decimotercera y estuvo peleando durante muchas vueltas con el alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber), que se defendió incluso con daños en el alerón delantero, por volver a la duodécima. Acosó al germano todo lo que pudo pero siempre le faltó tracción suficiente en los puntos claves para adelantar.

El asturiano, que acabó con vuelta perdida y dos puestos por detrás de su compañero, el brasileño Nelson Piquet, también protagonizó un duelo con el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), que se saldó a favor del piloto de Renault. El actual campeón del mundo acabó después por la hierba y terminó descolgado en la decimosexta plaza.

El francés Sebastien Bourdais (Toro Rosso-Ferrari) y el finlandés Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes) protagonizaron los dos únicos abandonos de la octava carrera del año.