El empresario Carlos González.

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Carlos González sigue en primera línea. No ha dado un solo paso hacia atrás. Quiere comprar el Mallorca y da por hecho que mañana se cerrará el trato. Eso sí, Mateu Alemany debe aceptar las nuevas condiciones de la venta. «Está claro que la pelota está sobre su tejado», asegura convencido el empresario madrileño, que tiene previsto viajar a la Isla dentro de 24 horas para firmar la transacción de las acciones.

González mantiene su oferta inicial de 5 millones de euros por la totalidad de los títulos de la SAD balear -también adquirirá el paquete que controla José Miguel García tras un reciente acuerdo que ha sellado el propio vicepresidente con Alemany-, aunque quiere revisar el pacto inicial -pago al contado- y fraccionar el abono de esta cantidad en varios plazos.

«Hoy mismo he hablado con Mateu y creo que no habrá ningún problema», indicó Carlos González. «Es cierto que existía el compromiso de pagar al contado, pero nos estamos encontrando con una serie de imprevistos (las denuncias por impago de Cléber Santana y David Navarro y el «caso Aduriz») que afectarán notablemente a la tesorería del club», añadió.

El propietario del Grupo Ecco, que desde el pasado viernes recibe informes diarios de Javier Jiménez Sacristán e Inmaculada Barcelona -dos economistas que se han instalado en los despachos de Son Moix-, reconoció abiertamente que su equipo de asesores le ha desaconsejado rubricar la compra del Real Mallorca, «pero en esta vida también tienes que hacer cosas que te ilusionen. Creo que el Mallorca es un gran club y quiero comprarlo. Estoy convencido de ello».

Carlos González, al igual que Javier Jiménez Sacristán, desveló que el club tiene serios problemas de liquidez y que la situación de la tesorería «no es la que esperábamos».