Javier Martí Asensio atiende ayer a los medios de comunición tras siete horas de intensas gestiones para tratar de concretar algún fichaje. g Foto: M. ALZAMORA.

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Carlos Montes de Oca/MIquel Alzamora La primera gran crisis de la temporada no ha tardado mucho en explotar en las oficinas de Son Moix. El motivo: la planificación deportiva. La propiedad defiende sus ideas y la dirección técnica, con Fernando Pons y Gregorio Manzano, las suyas; pero básicamente imperará el criterio de la propiedad. El consejero delegado ha tomado personalmente la batuta, marca la hoja de ruta, los tiempos y dice hasta dónde se puede llegar y hasta dónde no.

Sensibilizado por las enormes comisiones pagadas estos últimos años, Martí Asensio ha dibujado una línea que marca el límite y no quiere rebasarla. De momento mantiene el pulso, saber hasta cuándo es una incógnita, pero a su manera está decidido a mantenerlo. De entrada ha iniciado los contactos para fichar al jugador portugués Bruno China del Leixoes, no está dispuesto a pagar lo que pide el Recreativo por Camuñas y tampoco contratará a un central en caso de que no venga cedido y sin coste. Su apuesta es Crespí.

Martí Asensio, aconsejado por una persona de su confianza ha contratado al centrocampista portugués Bruno China, que juega en el Leixoes luso por un precio muy asequible y lo ha puesto a disposición de Gregorio Manzano. El técnico no conocía al jugador y tampoco lo quería y la operación se hizo sin contar apenas con la opinión del director deportivo, Fernando Pons. Es una apuesta de la propiedad y ni será la última ni la única. Con este fichaje, la familia Mingarro quiere ejercer de propietaria y defender los intereses del club a nivel deportivo, económico y patrimonial. Asensio negó que existieran ayer diferencias entre la dirección deportiva y él asegurando que «trabajamos en equipo. Hablamos entre los tres "Pons, Manzano y él" y no vamos a traer a un jugador que no nos guste a los tres», declaró. Insistió en que no hay «diferencias de criterios», pero de puertas para adentro ha dejado muy clara cuál es la filosofía que se seguirá en estos momentos. Consenso sí, pero la última decisión es suya.