La familia Martí Mingarro recibió ayer el requerimiento notarial tramitado por Mateu Alemany en el cual se insta a la propiedad del club a hacer efectivos los pagos que se le adeudan o, en caso contrario, que se le devuelvan las acciones del club, por lo cual la entidad volvería a ser dirigida por el abogado mallorquín. El Grupo Safín debe quinientos mil euros a Alemany y el mallorquín decidió ya el pasado jueves pasar a la acción y reunirse con el propietario del club, Javier Martí, para trasladarle su preocupación y conocer con exactitud hasta qué punto los actuales propietarios están dispuestos o no a oxigenar económicamente al Mallorca para paliar las numerosas deudas que deben afrontar de inmediato.
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El requerimiento que ayer recibió la propiedad de la SAD Balear, en caso de no hacer efectivo el pago de las cantidades adeudadas a Alemany, invalidaría la operación de venta y por lo tanto las acciones volverían a ser propiedad del abogado mallorquín. Sería como volver atrás en el tiempo, situando al club en un escenario idéntico al de hace apenas tres meses cuando Alemany ostentaba la práctica totalidad de las acciones y rastreaba el mercado a la busca y captura de un comprador potencial. Aparecieron tres opcioenes, la del grupo de Serra Ferrer; la del empresario Carlos González y finalmente la del Grupo Safín, que fue la que adquirió finalmente el 94% de las acciones del Mallorca. La intención de Alemany no es volver al Mallorca y su deseo principal es forzar a que la nueva propiedad encuentre de forma rápida soluciones a los problemas de liquidez que sufre en estos momentos. A pesar de todo, puede que no le quede otra opción al abogado mallorquín si Martí Asensio no inyecta cinco millones de forma inmediata que aseguren, al menos, la supervivencia hasta final de temporada.
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