Seguidores paraguayos,con los colores de su país,en las gradas del estadio Peter Mokaba, de la ciudad de Polokwane. | Efe

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0 - Paraguay: Justo Villar; Denis Caniza, Julio Cáceres, Paulo Da Silva, Claudio Morel; Cristian Riveros, Víctor Cáceres, Enrique Vera; Nelson Valdez (Edgar Benítez, m.67), Roque Santa Cruz, Oscar Cardozo (Lucas Barrios, m.66)

0- Nueva Zelanda: Mark Paston; Winston Reid, Ryan Nelsen, Ivan Vicelich, Tommy Smith; Leo Bertos, Simon Elliot, Tony Lochhead; Rory Fallon (Chris Wood, m.69), Chris Killen (Jeremy Brockie, m.79) y Shane Smeltz.

Àrbitro: Yuichi Nishimura (JAP), amonestó a los paraguayos Víctor Cáceres y Roque Santa Cruz y al neozelandés Nelsen.

Incidencias: encuentro de la tercera jornada del grupo F del Mundial de Sudáfrica disputado en el estadio Peter Mokaba de Polokwane ante 34.850 espectadores.

Paraguay logró hoy, por cuarta vez en su historia, el pase a octavos de final de un Mundial, el de Sudáfrica, tras empatar sin goles en el último partido de la primera fase contra Nueva Zelanda, y lo hizo con el brillo de ser primera de un grupo en el que estaba la campeona del mundo, Italia, que fue eliminada al perder frente a Eslovaquia (3-2).

Los guaranís evitan así a la siempre peligrosa Holanda, previsible triunfadora del grupo E, del que saldrá su rival para conquistar, por primera vez, los cuartos de final.

La Paraguay de Gerardo Martino ya se iguala con la que en 1986 condujo Cayetano Ros a los octavos del Mundial de México; a la que en 1998 los jugó de la mano del brasileño Paulo César Carpegiani; y a la que en 2002 lo hizo entrenada por el italiano Césare Maldini.

El conjunto guaraní aspira ahora a romper ese techo contra el que se estrelló en México frente a Inglaterra, en Francia contra los anfitriones -por culpa del primer y único gol de oro de la historia de los Mundiales, logrado por Laurent Blanc- y en Corea del Sur ante Alemania.

Para eso tendrá que sumar su segunda victoria en un Mundial, algo que no ha conseguido en ninguna de sus siete participaciones anteriores.

Y ante Nueva Zelanda lo pudo conseguir, pero los de Martino no arriesgaron demasiado, sabedores de que el empate les servía para estar en la segunda fase, incluso lograr el primer puesto, a medida que las noticias que llegaban del Eslovaquia-Italia confirmaban la desgracia de los campeones del mundo.

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Ante una Nueva Zelanda que estaba obligada a ganar el primer partido de su historia en un Mundial, Paraguay salió expectante y pronto se dio cuenta de que los «kiwis» no iban a lanzarse a una ofensiva descabellada.

Martino había dejado en el banquillo a Lucas Barrios y el equipo perdió mordiente ofensivo.

Se limitaron a controlar el encuentro y buscar el tanto en disparos largos sin demasiado peligro, mientras los oceánicos asistían impotentes a su eliminación.

Caniza en dos ocasiones, Da Silva, Valdez y Cardozo lo intentaron, pero sólo el jugador del Borussia Dormunt acertó a disparar entre los tres palos, donde encontró a un inspirado Paston.

En la reanudación Nueva Zelanda pareció estirarse un poco y Elliot buscó en un disparo la escuadra paraguaya, pero su tiro fue desviado.

En esa configuración los guaraníes encontraron más huecos. Riveros pudo marcar de cabeza al saque de un córner de estrategia en el minuto 62, pero de nuevo apareció el guardameta «kiwi».

Martino vio la ocasión de ir a buscar la segunda victoria del Mundial y dio entrada a Barrios y a Edgar Benítez, dos atacantes que refrescaron la ofensiva rojiblanca.

La entrada de Barrios espoleó al equipo y el jugador del Borussia dispuso de una ocasión nada más pisar el césped, pero su disparo se fue desviado.

Ahí llegaron los mejores minutos de Paraguay, que se hizo merecedor de la victoria, evitada por la gran actuación de Paston. Servido por Santa Cruz, Benítez dispuso de una buena ocasión en el minuto 75, pero se encontró con el portero.

Al minuto siguiente fue Santa Cruz el que obligó a estirarse al meta oceánico.

El resultado fue inamovible y abre a Paraguay las puertas de su gloria particular.