El entrenador del RCD Mallorca, el danés Michael Laudrup. | Montserrat T. Diez

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«El ambiente es de alivio después de un partido fundamental y tras ver los otros resultados», reconocía Laudrup al volver la mirada y comprobar los efectos de la última victoria de su formación ante el Getafe. «Hay un mundo entre tener 39 y 42 puntos a estas alturas de la temporada. Pero hay que decir claramente que tenemos que sacar más. Estamos muy cerca, pero no creo que te basten con 42. Cuando hayamos conseguido algún punto más hay que mirar cada partido, ser profesional y buscar la motivación en cada uno de ellos. Hemos estado la mayor parte de la liga en estas posiciones y queremos mantenernos ahí. Sería una pena salvarse, perder los últimos partidos y quedar en el puesto dieciséis. Hay que estar mentalizados de que todavía hay que conseguir un resultado positivo. No está hecho», sentenciaba.

Abundando es ese mismo discurso, el entrenador del Mallorca explicaba que «una cosa es estar tranquilo, los problemas llegan si se convierte en relajación. No creo que pase, pero para eso estamos nosotros. No podemos hablar como si la permanencia fuese un hecho, aunque esté cerca. El domingo conseguimos una victoria fundamental, pero aún hay cosas por hacer», insistía.

Laudrup sabe también que el Mallorca se la juega mañana ante un rival en aprietos, con todo lo que eso conlleva. «Me espero un Racing muy necesitado de puntos y todos los que están abajo hacen cálculos. Los suyos pasan por ganar a Málaga y Mallorca. Esto sólo quiere decir que hay que salir mentalizados porque no podemos pagar los platos rotos de otros. Puede haber cierto miedo en caso de recibir un gol y la ansiedad te puede llevar a extremos. Ellos van a salir muy concentrados y motivados, van a ir al choque en todos los balones», intuía.

Futuro

Acerca de su futuro, Michael Laudrup no se mostraba tajante, aunque volvía a destacar que tiene contrato en Son Moix hasta 2012. «Tengo un año más y aunque sé que eso a veces no significa nada en los futbolistas, con los entrenadores es diferente. Pero no es el momento de hablar de eso, no es importante ahora. Ya habrá tiempo para hacerlo», espetaba.

Por último, el técnico se negaba a adelantarse a los acontecimientos y a valorar el enfrentamiento de la semana que viene ante el Villarreal. Sin embargo, apuntaba que no le agrada demasiado el horario del encuentro (12.00 horas). «He probado un par de veces como jugador y es raro en todo. Tienes que levantarte temprano, comer a las 8.45 espaguetis... todo se hace extraño. Pero manda el dinero y toca obedecer», concluía.