Federer, que sufrió en exceso para eliminar a Feliciano López este miércoles, encontró menos dificultades para dejar en el camino a Malisse, inconstante con su derecha y mucho más atrapado en el fondo de la pista. El helvético apenas se vio obligado a defenderse.
Y es que el juego de 'saque y volea' del toledano agotó la inmensa paciencia del de Basilea. Hoy, por contra, dominó todas las facetas psicológicas y pronto se colocó con el marcador a su favor, desde el segundo juego, cuando consiguió quebrar el servicio de Malisse.
El 2-0 a los primeros minutos tranquilizó el juego de Federer, que abusó de su magia por momentos. El suizo, capaz de culminar un punto con una excelsa jugada, sólo ofreció un resquicio de humanidad en el séptimo envite, cuando el belga firmó su primer y único 'break' del choque.
Sin embargo, Federer continuó a lo suyo y cerró la manga inicial con ruptura del saque de su oponente. Era el 6-4, el primer paso para firmar el billete para cuartos. Y no dudó un instante. El suizo entró en el acto final con la intención de solventarlo por la vía rápida.
Y así fue. El considerado como mejor jugador del mundo guardó las distancias hasta el quinto juego, momento previo al sprint final pese a haber desperdiciado dos bolas de 'break' en el segundo parcial. El 4-2 le dio licencia para servir al siguiente y, tras el resto, colocar el 6-3 definitivo. Federer ya está en cuartos y su rival será el ganador del Tsonga-Soderling.
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