El Athletic cumple el trámite

El conjunto de Bielsa da carpetazo a la eliminatoria. en el primer tiempo y despierta de su sueño a un combativo Mirandés

Ramón Orosa BilbaoBilbao08/02/12 0:00

ATHLETIC: Iraizoz (); Iraola (), Javi Martínez (), Amorebieta (), Aurtenetxe (); Iturraspe (), Ander Herrera (), De Marcos (); Susaeta (), Muniain () y Llorente ().

Cambios: San José () por Iturraspe; Íñigo Pérez () por Ander Herrera y David López () por Muniain.

MIRANDÉS: Nauzet (); Garmendia (), César Caneda (), Aitor Blanco (), Raúl García (); Martins (), Iribas (); Mujika (), Pablo Infante (); Alain () y Lambarri ().

Cambios: Muneta () por Alain; Borrell () por Iribas y Nacho Garro () por Martins.

Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Amonestó a Amorebieta, Iribas.

Goles:

1-0, minuto 11, Muniain.

2-0, minuto 14, Susaeta.

3-0, minuto 42, Aurtenetxe.

3-1, minuto 58, Aitor Blanco. 4-1, minuto 71, Llorente. 5-1, minuto 74, Llorente. 5-2, minuto 86, Aitor Blanco. 6-2, minuto 87, Caneda (pp).

El Athletic Club ha alcanzado anoche la final de una Copa del Rey que no olvidará al Mirandés, el rival al que derrotó en San Mamés por un contundente 6-2 que, no obstante, no empaña la espléndida trayectoria de un equipo de Segunda B que ha encadenado gesta tras gesta hasta acabar ganándose el cariño y la admiración de todos los aficionados al fútbol.

Fue un duro el despertar del sueño del conjunto burgalés, que todavía albergaba la esperanza de llegar hasta el final de un camino hasta esta eliminatoria lleno de rosas, a pesar del 1-2 de la ida en Anduva. Pero tres goles, de Iker Muniain, Markel Susaeta y Jon Aurtenetxe, en apenas 22 minutos, cerraron rápido la poca incertidumbre que iba quedando. Tres jugadas desde la banda derecha, siempre con Iraola de asistente, que sorprendieron demasiado escorada a la defensa visitante.

Ya en la segunda parte, Aitor Blanco recuperó el ánimo de los ayer de verde lima, Llorente apareció para concretar la goleada, Aitor Blanco acercó de nuevo a los suyos con el premio de un segundo gol en San Mamés, y César Caneda, en propia puerta, cerró un marcador de otros tiempos para la historia de ambos equipos.