Pep Guardiola junto a Uli Hoeness, Karl-Heinz Rummenigge y Matthias Sammer. | MICHAELA REHLE

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El nuevo entrenador del Bayern Múnich, Pep Guardiola, dijo hoy durante su presentación que es un «regalo» el que el club bávaro haya pensado en él para el banquillo.

«Es una suerte, es un regalo que el Bayern haya pensado en mí y que yo pueda estar aquí», dijo Guardiola al comienzo de su presentación en la que empezó hablando en alemán.

«Espero que me disculpen mi alemán, he estado un año viviendo en Nueva York y no ese no es el lugar ideal para aprenderlo. Pero espero mejorar con los días», dijo Guardiola, sin cometer un solo error gramatical.

Guardiola dijo además que es consciente de que tendrá mucha presión en el Bayern tras el triplete logrado en la temporada pasada y dijo que eso es normal en todos los grandes equipos.

«En los grandes equipos siempre hay presión, soy consciente de ello y estoy preparado para el desafío», declaró.

Al ser felicitado por su alemán por el director de prensa del Bayern, Markus Hörwich, Guardiola bromeó diciendo que todo lo que había dicho se lo había aprendido de memoria.

Guardiola, al ser interrogado acerca de cuánto conocía sobre la Bundesliga, admitió que, aunque todavía le falta mucho por aprender, durante el año que pasó en Nueva York vio todos fines de semana los partidos del torneo alemán y sobre todo los partidos del Bayern.

«Sé que es una liga muy difícil y que tendré que adaptarme muy rápido a nuestros jugadores y a los rivales», recalcó.

Cuando se inició la ronda de preguntas, Guardiola habló primero en alemán, para destacar la tradición del Bayern -"pocos clubes en el mundo tienen una tradición tan rica y es un honor que te llamen"- y luego, según quién le formulase la pregunta, alternó ese idioma con el español, el catalán y el italiano.

Sin embargo, para mayor seguridad, al ser preguntado en alemán, Guardiola se puso los cascos para escuchar la traducción simultánea.

Guardiola dio a entender que no tratará de copiar al equipo que tuvo en el Barcelona porque, dijo, «el fútbol es de los jugadores y no de los entrenadores».

«Tengo que adaptarme a nuestros jugadores, el sistema da igual», señaló.