El ciclista profesional mallorquín Vicenç Reynés (Lotto Belisol) posa para este diario junto a su bicicleta antes de un entrenamiento. | Fernando Fernández
El ciclismo balear centrará todas sus ambiciones en la próxima edición de la Vuelta a España, que arranca este sábado en la localidad gallega de Vilanova de Arousa, en el único corredor profesional que actualmente milita en una escuadra del UCI World Tour. Vicenç Reynés Mimo (Deià, 1981) regresa a una cita en la que tiene una cuenta pendiente en forma de victoria de etapa -hasta en tres ocasiones la ha tenido muy cerca- e intentará finiquitar la sequía de 37 años de triunfos mallorquines en la última grande del curso (el último fue de Antoni Vallori, en 1976).
El corredor del Lotto Belisol será una baza ganadora en las llegadas para la escuadra belga, con la que acaba contrato este año, junto con Greg Henderson, y tiene claro que su objetivo pasa por inscribir su nombre en el palmarés de la Vuelta.
Por delante le esperan a Reynés y sus compañeros 3.358'9 kilómetros, con un tramo final montañoso y plagado de dureza, aunque la montaña ya aparecerá en la primera semana de competición. Para llegar en plenitud de facultades, Vicenç ha realizado un stage de preparación en altura en el escenario de Sierra Nevada durante dos semanas, consciente de lo que se le avecina.
La Vuelta a Polonia ha sido la última pista de pruebas para Reynés, que llega a la Vuelta «muy ilusionado y motivado», sabedor de que «hay un par de etapas buenas para que se dé una llegada al esprint, y este año hay pocos especialistas, por lo que creo que puedo tener muchas opciones», aseguraba el isleño.
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