Guillem Boscana y Xavi Sastre. | M. À. Cañellas

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El playoff y la temporada se ponen en juego este domingo en el Palau de Son Moix. El Palma Air Europa recibe al Oviedo (18 horas) en un partido marcado en rojo en la historia del Bahía San Agustín. El proyecto verdinegro encara uno de sus momentos más decisivos de cara al futuro a cuarenta minutos que prometen emoción. Solo vale ganar, o de lo contrario, y en función del resto de los resultados de la jornada, acabar entre los nueve mejores el curso regular puede ser una utopía.

El presidente del club de referencia, Guillem Boscana, pasó por los micrófonos de Ultima Hora Esports, en Última Hora Radio, para analizar el difícil momento que atraviesa el Palma Air Europa, y no escondió que el vestuario tiene por delante «una liga de tres partidos. Tenemos la suerte de que la clasificación estrá igualada, y que para conseguir el objetivo, que es meternos en el playoff, estoy convencido de que con dos victorias bastará. Pero si logramos ganar los tres, estaremos mejor en la clasificación y a nivel de juego y confianza, y es lo que intentaremos hacer con todas nuestras fuerzas».

La mala dinámica del Palma Air Europa no ha encontrado solución y se ha agravado pese al cambio de entrenador. Boscana se reafirmó en la defensa del relevo en el banquillo. «No me arrepiento del cese de (Ángel) Cepeda. Es una decisión que, cuando la tomé, la tenía clara. Cuando lo hicimos, no sabíamos lo que vendría después. Si lo hubiéramos sabido, tal vez no lo hubiéramos hecho. Arrepentido no estoy, porque confío en el que Xavi Sastre lo conseguirá», dijo.
Pese a que tienen escaso margen de maniobra, Boscana recordó que «faltan tres partidos y puedes hacer una liga regular no muy buena, y en un playoff arreglarlo todo. O lo que hicimos el año pasado, con una buena liga regular y el playoff nos duró cuatro días».

Las cuentas del dirigente son claras. «Si somos capaces de ganar los dos partidos de casa y de vencer en Cáceres, estaremos ahí. Y lo mejor en el playoff es llegar en buena dinámica». Igualmente, confesó que, en su opinión, «el equipo tiene una piedra encima que no le deja rendir a su nivel. Espero que, una vez clasificados, esa piedra desaparezca y jueguen como saben», concluyó, en defensa también de sus jugadores.