Bruno Hortelano -en el centro- muerde la medalla de oro europea tras imponerse en los 200 metros por la descalificación del holandés Martina. | MICHAEL KOOREN

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La descalificación del holandés Churandy Martina por invadir el carril interior en la última curva convirtió a Bruno Hortelano en nuevo campeón de Europa de 200 metros, una disciplina en la que jamás un español ha estado en una final de europea, olímpica o mundial.

Hortelano se enteró por los periodistas que le esperaban en la zona mixta de que Martina había sido eliminado en virtud de la regla 163.3 de la IAAF, después de haber festejado, bandera española al aire, un segundo puesto con una marca de 20.45 que, de por sí, le supo a gloria.

«Me acaban de preguntar: ¿cómo se siente ganar? y yo he dicho: ¿qué? No sé como se siente ganar. Yo he venido aquí a disfrutar y disfrutando he quedado segundo y ahora parece que he ganado. Me acabo de enterar. He dado la vuelta de honor como segundo y no me lo creo hasta que tenga el oro colgando», comentó Hortelano.

Ocho centésimas habían separado al holandés del español en la meta, pero los jueces descalificaron de oficio a Martina, sin que mediara reclamación española.

El turco Ramil Guliyev, que en principio había sido tercero con 20.51, ascendió al segundo puesto y completó el podio el británico Danny Talbot con 20.56..

Hortelano, primer velocista español que ha disputado una final de alta competición (cuarto ayer en 100 metros), se metió también en la de 200 después de una semifinal escrupulosamente preparada, adaptando su ritmo a las circunstancias meteorológicas.

En la semifinal observó que el viento daba de cara en la recta y reservó energías en la curva para poner toda la carne en el asador al enfilar la meta. Le salió perfecto porque no sólo arribó el primero, sino que, con un crono de 20.39, el segundo mejor de los que accedieron a la final, dio un tajo de 8 centésimas a su récord de España, conseguido en los Mundiales de Moscú 2013.

Sólo una hora y media después Hortelano ya estaba otra vez en los tacos de salida para librar la gran batalla por el podio y volver a marcar un hito histórico: la primera medalla de un velocista español, plata en principio y oro definitiva.

El vídeo de la carrera no dejaba lugar a dudas. Martina, que corría por la calle ocho, pisó sobre la línea del carril adyacente y a la salida de la curva y el reglamento es taxativo: «En todas las carreras por calles, cada atleta debe mantenerse desde la salida hasta la meta en la calle que le fue asignada».