De izquierda a derecha, el vicepresidente del Barcelona, Manel Arroyo; el exjugador búlgaro del Barcelona, Hristo Stoichkov; el propietario de los Miami Dolphins, Stephen Ross; el exjugador brasileño del Real Madrid, Roberto Carlos y el director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño en Miami. | ALVARO BLANCO

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Real Madrid y Barcelona disputarán el próximo 29 de julio en Miami el primer clásico de la historia del fútbol español en Estados Unidos con un espectáculo propio de la 'Super Bowl', informaron hoy los organizadores del partido.

El encuentro, que formará parte del torneo veraniego 'International Champions Cup (ICC)', se disputará en el Hard Rock Stadium, donde habitualmente juega el equipo de fútbol americano Miami Dolphins.

Será el segundo partido que enfrentará a Real Madrid y Barcelona fuera de España, después de que se vieran las caras en 1982 en el estadio Farid Richá, de la ciudad venezolana de Barquisimeto.

Aquel partido se cerró con victoria madridista (1-0) con un gol de cabeza del exseleccionador español Vicente del Bosque, que marcó en los primeros minutos del choque por el tercer puesto de la Copa Presidente de la República de Venezuela en la que el Inter y el Oporto jugaron la final.

Stephen Ross, propietario de los Miami Dolphins, dijo en una rueda de prensa que se trata de un «sueño hecho realidad», pues un duelo entre Real Madrid y Barcelona es «uno de los mayores eventos deportivos del mundo». Cada partido entre ambos es «una guerra y no hay nada de amistoso», añadió.

Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, dijo que este partido responderá a la «pasión» por el fútbol en Miami y será un símbolo del deporte «sin fronteras».

«Un Real Madrid-Barcelona es el mejor partido y el más especial que cualquier aficionado al mundo puede ver», aseguró en un acto al que asistieron dos exjugadores de ambos equipos, el defensa brasileño Roberto Carlos y delantero búlgaro Hristo Stoichkov, así como Dan Marino, el mítico jugador de los Dolphins, entre otros.

El Barcelona estuvo representado por su vicepresidente Manel Arroyo, que consideró que con este «clásico» en EE.UU. se está haciendo «historia» y supondrá un momento «clave» en el desarrollo del fútbol en este país y se recordará durante años.

Arroyo dijo a Efe que tanto su club como el Real Madrid deben ser «inteligentes» e ir de la mano para lograr entrar en un «mercado tan competitivo» como el estadounidense, país con grandes patrocinadores y con contratos millonarios de derechos televisivos.

En ese sentido, dijo que se debe tener en cuenta las grandes audiencias televisivas de EE.UU. y adaptar los horarios del «partido más esperado del año» a este mercado, el de mayor previsión de crecimiento, junto con China.

La organización, que recordó que en el Hard Rock Stadium se disputará la Super Bowl en 2020, dijo que quiere seguir su ejemplo para este partido, con numerosos eventos en los días previos y actuaciones como las del rapero Flo Rida, natural del sur de Florida y que estuvo también presente en el anuncio.

El Hard Rock Stadium, que tiene una capacidad de 65.000 espectadores, ya recibió en 2011 al Barcelona, que entonces batió el récord histórico de asistencia a un partido de fútbol en Florida, sur de EE.UU., en su enfrentamiento con el Chivas Guadalajara mexicano, aunque perdió 1-4.

El equipo blanco también conoce el estadio, pues en el verano de 2013 jugó en él contra el Chelsea, al que acababa de llegar el entrenador portugués José Mourinho tras dejar el Real Madrid.

En aquella ocasión, el equipo madrileño, ya entrenado por el italiano Carlo Ancelotti, batió al londinense por 3-1 con dos goles del portugués Cristiano Ronaldo.

Pero el estadio ya no es el mismo. Tras una remodelación millonaria, que llevó a reducir su capacidad de 75.000 a 65.000 espectadores, cambio de nombre y la instalación de vídeo-marcadores en cada una de sus esquinas.

Miami, con un porcentaje de población latina cercano al 65 %, no tiene equipo en la MLS, pero este «clásico» podría suponer un espaldarazo a los planes del exjugador madridista David Beckham de abrir en esta ciudad una franquicia en la liga de fútbol profesional.

Los dos equipos se han convertido ya en habituales en los torneos estivales en Estados Unidos y este verano no será menos. Ambos clubes negocian amistosos.

El Barcelona jugaría contra Juventus y Manchester United en Nueva York y en Washington D.C., respectivamente, mientras que el Real Madrid podría participar en el MLS All Star en Chicago.