El base del Real Madrid Sergio Llull intenta superar al escolta estadounidense del Barcelona Lassa, Brad Oleson. | JuanJo-Martin

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Real Madrid 85-69 Barcelona Lassa

Real Madrid (22+19+23+21): Randolph (13), Maciulis (2), Ayón (14), Llull (21) y Taylor (3) -equipo inicial-, Rudy (2), Doncic (5), Carroll (8), Hunter (8) y Thompkins (9).

Barcelona Lassa (13+14+24+18): Rice (12), Claver (5), Oleson (9), Perperoglou (7) y Tomic (12) -equipo inicial-, Navarro (4), Vezenkov (3), Diagné (1), Eriksson, Koponen (11) y Renfroe (5)

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Emin Mogulkoc (TUR) y Milos Koljensic (MNT). Jaycee Carroll fue eliminado por cinco personales (min.40).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de la Euroliga de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (WiZink Center) ante 11.759 espectadores.

El Real Madrid venció por 85-69 a un Barcelona Lassa apático y sin objetivos, por estar eliminado de la competición, lo que fue determinante para que el clásico, en versión europea, careciera de alma, emoción y juego vistoso.

El Madrid tenía un objetivo, asegurar el factor campo en los 'playoffs' de cuartos de final, mientras que el Barcelona, ya eliminado matemáticamente, no.

Este hecho resultó fundamental en el transcurso del partido, porque los azulgranas afrontaron el partido casi como una penitencia por su mala trayectoria europea.

Los de Pablo Laso tuvieron una seria puesta en escena, con una defensa que maniató al Barcelona y que le dejó sin anotar más de tres minutos y medio. El Madrid tampoco es que saliera especialmente entonado en ataque, pero 4 triples de 9 intentos bastaron para hacer la diferencia, 22-13 al final del primer acto.

Sergio Llull y Anthony Randolph fueron los más activos, mientras que Stratos Perperoglou y la apatía de Ante Tomic sobresalieron en el cuadro azulgrana.

El Madrid se relajó en el inicio del segundo cuarto y un 0-7 del Barcelona en los primeros 3 minutos (22-20) pudo haber sido la especia de un partido sin tensión.

Pero fue un espejismo, el Barcelona acumuló falló tras fallo, por falta de tensión, al tiempo que Georgios Bertzokas iba enfadándose cada vez más, hasta que en el minuto 19 se autoexpulsó al perder los papeles de forma clamorosa ante el arbitro principal, Luigi Lamonica.

El partido se fue salvando por acciones aisladas como una remontada por la línea de fondo de Luca Doncic con mate incluido, un gran mate de Othello Hunter y, sí claro, el triple de 9 metros de Sergio Llull sobre la bocina, después de salir trastabillado en la misma jugada, 41-27.

El paso por vestuarios rebajó aún más el nivel del partido y sólo la chispa de Llull con sus triples, y un 'matazo' de raza de Gustavo Ayón amenizaron el cuarto. La diferencia se mantuvo en el entorno de los 10 puntos, sin que los azulgranas mostraran la intención de entrar de lleno en la disputa por la victoria.

El 64-51 que registró el marcador al final del tercer cuarto dejó la victoria prácticamente vista para sentencia.

Jugando casi sin oposición, el Madrid, certero en el tiro, amplió la ventaja hasta un 73-55 (min.33).

Al final, sin apenas oposición y gustándose por momentos el Madrid venció por 85-69 y tendrá el factor campo en los cruces de cuartos de final. Objetivo cumplido.