El Olympiacos, que consiguió ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido en el minuto 38 (73-74), volvió a repetir -como en 2012 y en el mismo escenario- la gesta de derrotar a un CSKA teóricamente superior, esta vez con un Spanoulis que anotó 10 puntos decisivos en el último cuarto.
Los rusos tuvieron una mejor puesta en escena que el Olympiacos. Su dureza defensiva les permitió una mejor transición en ataque y obtener las primeras ventajas (7-2, min. 2.10) mientras que los griegos echaron al traste todo el trabajo con una mala puntería en ataque.
Pese a terminar el primer cuarto con un pobrísimo 25 por ciento en canastas de 2 (3 de 12) y un aún peor 1 de 7 en triples, su dominio en el rebote defensivo le permitió sobrevivir ante un CSKA más sólido, aunque no con mucho más acierto, 50 por ciento en canastas de 2 (4 de 8) y un 1 de 3 en triples.
Al final del primer periodo el 18-12 reflejó la situación con bastante realidad.
En la continuación todo transcurrió por los mismos derroteros, hasta que Milos Teodosic, con dos triples consecutivos, comenzó a enseñar la boca, y los colmillos, del lobo estepario ruso a un Olympiacos que luchaba, con más ganas que acierto, por aferrarse al partido al precio que fuera.
Un tercer misil del base serbio, 40-27 (min.19) puso la máxima diferencia para los rusos hasta ese momento del partido. El Olympiacos se salvó, por la campana con un triple in extremis, a lo Sergio Llull, de Vangelis Mantzaris, que permitió a los de El Pireo irse a vestuarios con un 40-33 mucho más asumible.
Los griegos subieron el pistón en la continuación aumentando su presión defensiva, lo que les permitió acercarse a 4 puntos (44-40, min. 22 y 48-44 min. 24), pero el mayor fondo de armario del también griego entrenador del CSKA Dimitrios Itoudis le permitió restaurar la situación y que la ventaja rusa se estabilizara en torno a la decena de puntos, 55-46 (min.26.30).
Teodosic y Nando de Colo tomaron el mando anotador de los rusos, mientras que Georgios Printesis se quedó demasiado solo en el ataque griego ante la 'sequía' de Vassilis Spanoulis.
Para empeorar las cosas, Printezis fue al banquillo (min.28.30) por cuatro personales, pero dos triples finales de Agravanis y Mantzaris volvieron a dar vida a Olympiacos, 64-60.
La presión griega en el cuarto de la verdad hizo que el marcador se estrechase hasta un 65-64 (min.32.45) y que Spanoulis consiguiera el empate a 69 (min.35.30), después de sufrir un tapón de campeonato en los minutos anteriores.
Spanoulis apareció en el momento decisivo para sostener a su equipo (71-71, min.37) y para ser el autor de un triple -una auténtica puñalada-, que permitió al Olympiacos ponerse por delante, por primera vez, en el marcador (73-74) a falta de 2 minutos.
CSKA cayó en barrena en esos dos minutos, al tiempo que el Olympiacos emergió como un misil para meterse en la final. Los dioses atenienses aparecieron de nuevo.
78 - CSKA Moscú (18+22+24+14): De Colo (16), Jackson (12), Vorontsevich (2), Kurbanov (2) y Hines (8) -equipo inicial-, Teodosic (23), Augustine (6), Fridzon, Higgins (6) y Khryapa (3).
82 - Olympiacos (12+21+27+22): Spanoulis (14), Milutinov (5), Printezis (14), Papanikolaou (14) y Mantzaris (12) -equipo inicial-, Green (8), Birch (4), Young, Papapetrou (3) y Agravanis (8).
Árbitros: Daniel Hierrezuelo (ESP), Damir Javor (SLO) y Robert Lottermoser (ALE). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera semifinal de la Final a Cuatro de la Euroliga de baloncesto disputado en el Sinan Erdem Dome de Estambul ante 13.697 espectadores.
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