Joan Lluís Pons es en estos momentos una de las claras referencias de la natación española.

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Joan Lluís Pons está decidido a convertirse en uno de los grandes deportistas que ha dado el deporte balear. A sus 21 años, el nadador se colgó la medalla de bronce en los europeos de Glasgow en la prueba de los 400 metros estilos, un éxito que confirma su progresión y resalta su tratado de intenciones de cara al futuro.

El mallorquín hablaba con Ultima Hora desde Glasgow y relataba las emociones que sintió en la que ha sido una de las semanas más intensas de su corta, pero emocionante carrera deportiva. «En general fue un campeonato largo porque mi prueba, los 400 estilos, se celebraba el último día y tuve que administrar la fuerzas muy bien. En los 200 mariposa tuve sensaciones encontradas, ni buenas ni malas, pese al tiempo que hice y la verdad es que eso me dejó un poco preocupado. Por la mañana fue duro entrar en la final porque no pude estar en mi marca y los rivales apretaron», relataba Pons.

Sin embargo, en la prueba de la tarde el nadador mallorquín sacó a relucir lo mejor de sí, dio un recital y se colgó un bronce que sabe a oro. «Por la tarde en la final planteamos junto a mi entrenador salir rápido porque sabíamos que la clave estaría ahí y no nos equivocampos», explicaba el nadador desde Glasgow. Esa salida, unida a su capacidad de lucha y aguante, hizo posible que se colgara la medalla al final de la prueba. «En esta prueba la verdad es que pude constatar que mejoré muchos conceptos que estuve trabajando y tratando de perfeccionar durante todo el año como la espalda y los virajes. Anteriormente en otras carreras la verdad es que los rivales me sacaban ventaja en y la final del otro día no me sacaron y ahí estuvo otra de las claves», proseguía Joan Lluís Pons.

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La marca

Pons terminó la prueba con un marca de 4:14.26 a 3.61 del ganador, el húngaro DAvid Verraszto. Segundo fue el británico Max Litchfield (a 35). Sobre esta situación, Pons dijo: «No fue mi mejor marca, fue mi segunda mejor, pero estoy contento sobre todo porque me salieron las cosas bien y la medalla la quiero dedicara todos lo que me han ayudado estos años a llegar aquí», manifestó el nadador mallorquín.

Pons insistía que eso supone «un enorme empujón para mí porque al encontrarnos en mitad del ciclo olímpico esto es un revulsivo y una motivación enorme. Tras la última olimpiada notaba que me faltaba conseguir un buen resultado y este ha llegado y estoy muy feliz.

Esta medalla sirve para ratificar el trabajo que estábamos llevando a cabo durante estos meses y de cara al Mundial del año que viene y a la clasificación olímpica son cien caballos de fuerza», explicó a este periódico el nadador de Sóller. Pons se ha reconfirmado en Glasgow a nivel internacional y este resultado le sitúa como uno de los más firmes exponentes del equipo español. Pons entrena en el CAR de Sant Cugat y su técnico es José Antonio del Castillo y ha demostrado que no tiene techo ni límites.