Madison Keys, decimoséptima cabeza de serie, sin jugar un buen tenis, fue superior a la española Carla Suárez (30), que lo hizo peor, mientras que la japonesa Naomi Osaka (20) se exhibió ante la ucraniana Lesia Tsurenko para alcanzar por primera vez la semifinales del Abierto de Estados Unidos.
Keys, de 23 años, estará por segunda temporada consecutiva entre las cuatro mejores tenistas del último Grand Slam de la temporada profesional y buscará repetir final cuando mañana, jueves, se enfrente en el segundo partido de las semifinales a Osaka, a la que ya ha vencido las dos veces anteriores que se han enfrentado.
La tenista estadounidense reconoció que no había jugado un buen tenis ante Suárez Navarro, pero sus golpes potentes desde el fondo de la pista y su saque fueron suficientes para superar a una rival que volvió a vivir la «maldición» de los cuartos de final.
Suárez había llegado a cuartos de final por segunda vez con un gran tenis, que le había permitido superar a cabezas de serie, como la francesa Caroline García y la rusa Maria Sharapova, pero de nuevo, en los 82 minutos que duró el partido disputado en la pista central Arthur Ashe, le faltaron la solidez y la inspiración necesaria para ganar.
Keys poco a poco se adueñó del ritmo del juego y comenzó a imponer la potencia de sus golpes de derecha y el saque, a lo que Carla Suárez respondió al principio, pero poco a poco se vino abajo.
De ahí que en la segunda pelota de partido, con el saque en su poder, Keys asegurase la victoria, mientras que la tenista canaria, por séptima vez se quedó a las puertas de unas semifinales en un torneo de Grand Slam, maldición que continuó esta noche en Flushing Meadows, donde la canaria competía por undécima vez.
Keys reconocía que no había jugado su mejor tenis, pero que hizo las cosas bien en los momentos decisivos y que al final lo que realmente contaba era la victoria.
«Estoy muy ilusionada por la manera como disfruto el tenis, y el haber llegado a las semifinales me da la confianza de tener la opción de luchar por repetir final», declaró Keys. «Los breaks, uno en cada set, mostraron lo igualado del partido».
Keys, que tiene marca de 4-0 en los enfrentamientos que ha mantenido como profesional contra Suárez, dijo sentirse «muy bien» con haber llegado de nuevo a las semifinales.
La finalista del año pasado se ha convertido en la cabeza de serie más alta que ha conseguido el pase a las semifinales, donde le espera la revelación del torneo, Osaka, quien a sus 20 años vive el mayor éxito de su carrera profesional, siendo la primera tenista de su país que está entre las cuatro mejores en un torneo de Grand Slam.
Dio toda una exhibición ante Tsurenko y dijo que cuando concluyó el partido, que apenas duró 57 minutos, sintió una gran alegría que no quiso celebrar «demasiado» porque hubiese vuelto a llorar y los espectadores se hubiesen «burlado».
En cuanto al valor de la victoria, Osaka reconoció que «significa mucho», después de superar los nervios del principio del partido, algo que se repitió cuando lo concluyó.
Tsurenko, la veterana de 29 años, que no fue ni la sombra de la tenista que eliminó a la segunda cabeza de serie, la danesa Caroline Wozniacki, dijo sentirse «frustrada» por la manera en que jugó y cómo le salieron las cosas en la pista central Arthur Ashe.
La veterana tenista también reconoció que el calor y la humedad reinantes en la pista le afectaron en el desarrollo de su tenis, sin que quisiese quitar méritos al buen partido que hizo Osaka, a la que deseó suerte en su primera experiencia en las semifinales del Abierto de Estados Unidos.
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