El español Carlos Sainz conduce su vehículo Mini. | Ernesto Arias

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El piloto español Carlos Sainz (Mini) perdió este miércoles muchas opciones de repetir el triunfo en el rally Dakar al quedarse su coche detenido por una avería durante la tercera etapa, entre San Juan de Marcona y Arequipa, en Perú, la más larga de la primera semana de la carrera.

Sainz se quedó bloqueado en el kilómetro 38 del tramo cronometrado del día, de 331 kilómetros, y hasta el momento no ha podido moverse de ese punto por tener roto un brazo de la suspensión de la rueda izquierda de su auto. El madrileño cede así mucho terreno sobre sus competidores más directos, especialmente con los franceses Stéphane Peterhansel y Cyril Despres, compañeros suyos de equipo en Mini, el también francés Sébastien Loeb y el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).

De conseguir reparar los desperfectos y reanudar el camino, Sainz, que tiene como copiloto a Lucas Cruz, tendrá muy complicado recuperar el tiempo perdido y alzarse con la victoria del rally, especialmente debido a la corta duración de esta edición de la carrera.

Al comenzar la etapa, cuyo recorrido es de 798 kilómetros, de ellos 331 cronometrados, Sainz se encontraba en la sexta posición de la clasificación general, a poco más de dos minutos de De Villiers, que encabezaba la categoría. Sainz había terminado segundo la etapa prólogo, solo por detrás de Al-Attiyah, y en la segunda jornada fue octavo y cedió algo de terreno debido a dos pinchazos que sufrió en el recorrido, lo que les obligó a terminar con una rueda pinchada y el compresor sin funcionar correctamente.

El español suma doce particiones en el Dakar, el rally más duro del mundo, de las que ha ganado dos (2010 y 2018), y este año buscaba su tercer título con tres coches distintos, al haber triunfado anteriormente con Volkswagen y Peugeot.