El belga necesitó poco más de 10:57 minutos para cumplir los primeros 10 kilómetros y al llegar al primer cuarto de la prueba había mantenido una velocidad de 54,975 kilómetros por hora, superior a la desarrollada por Wiggins en su momento. Después de 30 kilómetros Campenaerts hizo un parcial nueve milésimas encima de 32:39 minutos y con 18 segundos de ventaja respecto a la plusmarca se concentró en mantener el paso.
El cansancio apareció antes de arrancar el último cuarto de hora. Al pasar por el kilómetro 40, en 43:32.531, el ciclista había bajado la velocidad, sin embargo se mantuvo con clara ventaja respecto al límite establecido por Wiggins. La emoción se apoderó de los asistentes al comprobar que a falta de 15 minutos, Campenaerts, del equipo del Lotto Soudal, llevaba 49 segundos a su favor para cumplir el objetivo, lo cual en el lenguaje del ciclismo significa meta cumplida si no existe algún contratiempo mayor.
Estimulado por tener la proeza en sus manos, se desplazó a más de 55 kilómetros por hora durante los últimos 10 minutos y mejoró el récord mundial por 563 metros, una diferencia abismal.
Nacido en Wilrijk, un distrito de Amberes, el nuevo plusmarquista mundial de la hora ganó el año pasado la medalla de bronce en la prueba contrarreloj de los Mundiales de ciclismo de Innsbruck, Austria, y conquistó el título europeo en esa misma especialidad por segundo año consecutivo. Para el intento de récord, se preparó un mes en Namibia, a 1.800 metros sobre el nivel del mar, una altura similar a la de Aguascalientes, y cumplió una estancia de aclimatación en México por poco más de una semana. Este martes utilizó una bicicleta de alta tecnología con un plato de 61 dientes y 14 piñones que le permitieron apostar a la fuerza.
1 comentario
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¡Ja, ja! Recuerdo a aquél comentarista televisivo que dijo que Induráin había batido el record de la hora al haber hecho el recorrido en 58 minutos.